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					La experiencia del III Congreso Islámico ceutí celebrado el 
					pasado fin de semana ha supuesto el preámbulo de una 
					iniciativa que actualmente está madurando la Unión de 
					Comunidades Islámicas de Ceuta: promover, a través del 
					diálogo interreligioso en el que prime la diversidad 
					cultural de Ceuta. De esta manera, las diferentes culturas 
					que conviven en Ceuta, encontrarían un marco cultural en el 
					que las distintas religiones compartieran, desde el 
					entendimiento un diálogo fructífero para traducir la 
					experiencia de Ceuta como un vehículo de promoción en 
					positivo 
					 
					La experiencia del III Congreso Islámico ceutí celebrado el 
					pasado fin de semana ha supuesto el preámbulo de una 
					iniciativa que actualmente está madurando la Unión de 
					Comunidades Islámicas de Ceuta: promover, a través del 
					diálogo interreligioso en el que prime la diversidad 
					cultural de Ceuta, un Congreso en el que participen las 
					diferentes culturas existentes en Ceuta, mediante sus 
					líderes religiosos y ponentes de cada una de ellas, al 
					objeto de intercambiar experiencias y como vínculo de 
					entendimiento. 
					 
					Una vez cumplidos los objetivos en el reciente Congreso 
					Islámico, que ha colmado de satisfacción a sus promotores 
					por el alto nivel de los conferenciantes y la repercusión de 
					sus planteamientos, la UCIDCE proyecta, para primeros del 
					año próximo, una iniciativa sin parangón en nuestra ciudad: 
					un Congreso Interreligioso de carácter intercultural en el 
					que se plasme la diversidad existente en nuestra ciudad y, a 
					la vez, establecer un fructífero diálogo religioso, en el 
					que prime el respeto a cada una de la creencias, aunque 
					intercambiando experiencias y donde el receptor saque sus 
					propias conclusiones a esta enriquecedora iniciativa. 
					 
					De esta manera, las diferentes culturas que conviven en 
					Ceuta, encontrarían un marco cultural en el que las 
					distintas religiones compartieran, desde el entendimiento un 
					diálogo fructífero para traducir la experiencia de Ceuta 
					como un vehículo de promoción en positivo, tan alejad de esa 
					mala imagen que se proyecta, en ocasiones con la 
					inmigración, los tiroteos o la droga, en primer término. 
					 
					La participación de las cuatro culturas con sus 
					conferenciantes, proyectarían los distintos puntos de vista 
					de sus religiones. La participación y la convivencia 
					conjuntas, bajo el respeto a cada una de las convicciones 
					religiosas, llevaría a una apertura de miras a ensanchar un 
					horizonte multicultural. Desde la UCIDCE se dice que no se 
					trata de imponer nada, más bien el objetivo sería que el 
					propio receptor de estos mensajes, saque sus propias 
					conclusiones y así emita un juicio propio, tras conocer los 
					distintos planteamientos que, a buen seguro, serían 
					enriquecedores. 
					 
					El objetivo de convivir juntos sentados en la misma mesa, no 
					sería una entelequia sino una realidad. La UCIDECE busca una 
					mayor comunicación entre las culturas que conviven en Ceuta, 
					desde el punto de vista religioso. Y ellos, así lo 
					manifiestan desde su religión: en época del profeta Mahoma 
					ya hubo pactos entre las diferentes religiones. Y se habla 
					de paz, de convivencia, de entendimiento efectivo en un 
					contexto de diálogo. 
					 
					Este proyecto, aún en ciernes, busca ser un cauce de 
					acercamiento y una propuesta en la que se plasme la realidad 
					de Ceuta. 
					 
					No se puede ocultar que, desde la UCIDCE existía cierta 
					preocupación con ocasión del III Congreso Islámico por el 
					discurrir que en los últimos diez años, habían tomado los 
					acontecimientos que perturbaban la convivencia y referidos a 
					esos focos de fanatismo que son precisos erradicar y 
					provocados con el cambio de vida de algunos jóvenes. Por 
					ello, los conferenciantes expusieron con claridad que el 
					Islam es contrario a la violencia, a matar, a inmolarse en 
					su nombre y a tantas prácticas radicales que pudieran 
					promoverse, erróneamente, en su nombre. 
					 
					Los conferenciantes se han centrado, por ello, en los temas 
					que aluden a la verdad religiosa de carácter islámico. Y han 
					recurrido a pasajes de sabios pensadores que sirven de 
					referente como especialistas en la materia. 
					 
					Al final llegan a la conclusión que el fanatismo está más 
					desarrollado en los países donde más dinero hay o más 
					democracia. De ahí la propuesta mencionada del Congreso 
					Interreligioso para el diálogo y la diversidad cultural. 
					Todas las religiones existentes en Ceuta, sentadas en una 
					mesa, compartiendo experiencias, credos y respeto. 
					 
					De esta manera Ceuta abre un nuevo horizonte a sus 
					singularidades y a la convivencia. Un ejemplo, que cuenta 
					con muy buenas perspectivas y un reconocimiento 
					institucional. 
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