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					La Sección Cuarta de la Audiencia Nacional juzgó el pasado 
					miércoles a siete melillenses, acusados de delitos contra la 
					salud pública y de blanqueo de capitales, después de que 
					seis de ellos fueran interceptados por el Servicio de 
					Vigilancia Aduanera a bordo del yate ‘Emilio I’, en el que 
					se transportaban cuatro toneladas de hachís. 
					 
					Esta operación se llevó a cabo en noviembre de 2009, durante 
					el viaje inaugural de una empresa afincada en nuestra 
					ciudad, que es propietaria del yate y que presuntamente fue 
					creada para encubrir las supuestas actividades ilícitas de 
					la organización detenida. El Ministerio Fiscal ha pedido 
					penas que oscilan entre los tres y los seis años de cárcel. 
					 
					La Audiencia Nacional ha dejado visto para sentencia el 
					juicio contra siete ciudadanos españoles residentes en 
					Melilla a los que se les imputa presuntos delitos contra la 
					salud pública y blanqueo de capitales, después de que el 
					Servicio de Vigilancia Aduanera interceptara a seis de ellos 
					en un yate a 60 millas de Cartagena en el que se 
					transportaban cuatro toneladas de hachís. El séptimo 
					imputado es el apoderado de una empresa afincada en Melilla 
					que es propietaria del barco, de bandera española y nombre 
					‘Emilio I”. 
					 
					Según ha podido saber MELILLA HOY, el juicio se celebró el 
					18 de abril, en la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional. 
					El fiscal ha pedido penas que oscilan entre los tres y los 
					seis años de prisión para los detenidos, algunos de los 
					cuales ya han cumplido 14 meses en prisión provisional por 
					estos hechos. Además, la mayoría de ellos tienen numerosos 
					antecedentes policiales por contrabando de estupefacientes. 
					 
					Esta operación, desarrollada por el Servicio de Vigilancia 
					Aduanera de Melilla y Cartagena, se desarrolló en en 
					noviembre de 2009 tras una larga investigación, cuando 
					medios aero-navales de la Agencia Tributaria detectaron la 
					salida desde el puerto marroquí de Saidía con rumbo a España 
					de un yate a motor de 12 metros de eslora y bandera española 
					llamado Emilio I. Fue abordado por la embarcación Colimbo IV 
					del Servicio de Vigilancia Aduanera, que descubrió en la 
					cubierta 128 bultos de arpillera con un peso total de cuatro 
					toneladas de hachís, que habrían alcanzado en el mercado 
					ilegal un valor de 5,5 millones de euros.  
					 
					Una vez en tierra, los funcionarios de Aduanas intervinieron 
					diferentes objetos y documentación de interés, entre ellos 
					la cartera con la documentación personal del séptimo 
					imputado en el juicio, el apoderado de la empresa 
					propietaria del barco. Al parecer, este individuo, de 
					iniciales F.J.C.T., olvidó su cartera en el yate antes de 
					que partiera de Saidía. 
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