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					La asistencia sanitaria a los extranjeros sufrirá graves 
					restricciones a partir del próximo día 1 de julio, cuando 
					entrará en vigor la reforma sanitaria que aprobó por decreto 
					el Gobierno de Mariano Rajoy. El decreto fue publicado ayer 
					en el Boletín Oficial del Estado. La asistencia a personas 
					que no estén regularizadas como residentes en España se 
					limitará a urgencias, enfermedad grave o accidente, 
					embarazo, parto y postparto y atención a los menores de 18 
					años. 
					 
					La reforma de la asistencia sanitaria supondrá un cambio 
					radical en la atención de extranjeros y fundamentalmente a 
					los que no estén regularizados como residentes en España, 
					según establece el decreto que publicó ayer el BOE. Los 
					inmigrantes en situación irregular dejarán de percibir 
					asistencia sanitaria gratuita el 1 de septiembre, salvo en 
					algunos casos de urgencia. El decreto regula la asistencia 
					sanitaria a los extranjeros, tanto si se trata de ciudadanos 
					de la Unión Europea como de los extracomunitarios. 
					 
					En este último caso, los que no estén regularizados como 
					residentes en España sólo serán atendidos en urgencias, por 
					enfermedad grave o accidente y durante el embarazo, parto y 
					postparto, aunque los menores de 18 años recibirán la misma 
					asistencia médica que un niño español. 
					 
					Para ello, se modificará la Ley de Extranjería y se exigirá 
					a los extranjeros los mismos requisitos que para los 
					nacionales a la hora de recibir asistencia sanitaria, de tal 
					forma que deberán estar afiliados a la Seguridad Social y 
					pagar sus impuestos en España. 
					 
					La norma incluye el control del denominado “turismo 
					sanitario”, mediante la adaptación de una normativa europea 
					que subsanará un error por el que, según desveló un informe 
					del Tribunal de Cuentas, se dejó de facturar a su país de 
					origen la atención de unos 700.000 ciudadanos europeos, lo 
					que ocasionó un gasto anual de 917 millones de euros. 
					 
					Los ciudadanos empezarán a pagar más por los medicamentos a 
					partir del próximo 1 de julio, según establece el decreto 
					que publicó ayer el BOE, que contempla también que los 
					usuarios tendrán que abonar parte de las prótesis, los 
					productos dietéticos y el transporte sanitario no urgente. 
					Así se establece en el Real Decreto-Ley de medidas urgentes 
					para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de 
					Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, 
					aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros, con 
					el objetivo de ahorrar 7.000 millones de euros en la 
					sanidad. La aportación del ciudadano en los fármacos será 
					proporcional a su renta y ésta se actualizará como máximo 
					anualmente. 
					 
					Los usuarios con un nivel renta por encima de 18.000 euros 
					pagarán el 50% de los medicamentos, mientras que los que 
					estén por debajo de esa cantidad seguirán abonando el 40% 
					actual y aquellos cuya renta sea superior a 100.000 euros 
					pagarán el 60%. 
					 
					Los pensionistas con renta inferior a 18.000 euros pagarán 
					el 10%, con un tope de 8 euros mensuales; los que perciban 
					más de esa renta abonarán un máximo de 18 euros al mes y los 
					que reciban más de 100.000 euros tendrán un límite de 60 
					euros mensuales. Cuando se superen estos topes, la 
					diferencia será reintegrada por la comunidad autónoma en la 
					que resida en un periodo máximo de seis meses. Los 
					medicamentos serán gratuitos para los afectados del síndrome 
					tóxico y personas con discapacidad, los perceptores de 
					rentas de integración social y de pensiones no 
					contributivas, además de los parados de larga duración que 
					no perciban prestación. 
					 
					Tampoco pagarán las medicinas aquellas personas que sigan un 
					tratamiento derivado de un accidente de trabajo o de una 
					enfermedad profesional. 
					 
					La aportación de los funcionarios, los militares y el 
					personal al servicio de la administración de justicia será 
					del 30%. 
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