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                     El mayor problema que tiene, Rajoy, 
					es querer gobernar, como es su obligación, para todos los 
					españoles sin distinción de ideas políticas, en el supuesto 
					de que existan las ideas, que es mucho suponer. Porque 
					pensándolo bien, lo que en realidad existen son intereses 
					partidistas, que distan mucho de ser de los intereses 
					generales de todos los españoles. 
					 
					Rajoy ha cogido, como vulgarmente se dice, “el toro por los 
					cuernos”, y como buen gallego, no se sabe si va o viene, 
					pero fiel a sus ideas seguirá aplicándolas, aunque dejen de 
					ser populares y se vaya creando una serie de enemigos por la 
					aplicación de esas ideas. Enemigos que no le faltarán dentro 
					de su propio partido. 
					 
					Y salen cosas curiosas en defensa de esas medidas, que está 
					tomando el Gobierno presidido por Rajoy, Almunia, el 
					“eurocomisario”, nada sospechosos para la oposición, se 
					distancia del PSOE y elogia “el coraje” de las reformas 
					aconsejando que continúen mostrando, de esa forma, un 
					respaldo público a las reformas y medidas adoptadas por el 
					Gobierno de Mariano Rajoy. 
					 
					Según Almunia,:“Son reformas y ajustes duros, pero 
					imprescindibles, y es la forma de que veamos la luz y 
					volvamos al crecimiento. Palabras que dictan mucho de las 
					pronunciadas por la vicesecretaria general del PSOE, Elena 
					Valenciano, “o paramos al Gobierno en esta deriva, o el 
					Gobierno va a parar a la sociedad española”. 
					 
					Las medidas seguirán adelante, por esa mayoría absoluta que 
					tienen los populares, y que les sobra y les basta para sacar 
					adelante hasta los Presupuestos Generales del Estado. Con 
					una de estas medidas adoptadas, el Gobierno está decidido a 
					intervenir autonomías”, porque según dicen “está en juego 
					España”. Y España, ya lo hemos escrito en más de una 
					ocasión, par todos los que nos sentimos españoles, sin 
					distinción de ideas políticas, está muy por encima de 
					cualquier partidismo o intereses partidistas. 
					 
					Montoro ha sido claro y contundente al afirmar:”Menos 
					nacionalismos y menos mirarse el ombligo”. Las CC. AA que 
					incumplan el déficit perderán las competencias sobre 
					impuestos cedidos. 
					 
					Con esta advertencia contundente, con claridad meridiana, 
					dirigida a las comunidades autónomas y muy especialmente a 
					las fuerzas de tintes nacionalistas se saldó en el Congreso 
					de los Diputados el debate a la totalidad del proyecto de 
					Presupuestos Generales del Estado. 
					 
					La dificultad política que supone tomar decisiones de 
					intervenir una comunidad autónoma es enorme. Aunque, sin 
					duda alguna, el problema sería mucho mayor si, habiendo 
					impulsado una ley de estabilidad, le Gobierno no aplicara 
					esa intervención por temor a las reacciones que pudiera 
					provocar la misma. 
					 
					Esa intervención es la única forma de que cada comunidad 
					autónoma no gaste más de lo que recauda acabando, con esa 
					fórmula, con del despilfarro enorme que han llevado a cabo 
					algunas de esas comunidades por intereses partidistas. Y 
					son, precisamente, esos despilfarros consentidos o 
					permitidos por error u omisión, los que nos han llevado a la 
					ruina que estamos padeciendo. 
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