| 
                     
					Civiles y militares rindieron ayer homenaje al teniente de 
					Infantería Jacinto Ruiz Mendoza, protagonista de los actos 
					del 2 de mayo de 1808, día en que el pueblo de Madrid se 
					levantó contra el invasor francés. El presidente de la 
					Ciudad, Juan Vivas, hizo referencia a virtudes como “la 
					unidad, la solidaridad y la abnegación”. 
					 
					Un sublevado, ceutí de nacimiento y héroe para la eternidad. 
					El teniente de Infantería Jacinto Ruiz Mendoza protagonizó, 
					a las órdenes del capitán Luis Daoíz, y junto al capitán 
					Pedro Velarde, los actos del 2 de mayo de 1808, día en que 
					el pueblo de Madrid se levantó contra el invasor francés. 
					Ceuta rindió ayer homenaje a su hijo ilustre en un acto 
					cívico militar que se celebró en la plaza que lleva el 
					nombre del militar.  
					 
					Rindió honores al héore de la Guerra de la Independencia un 
					piquete del Grupo de Regulares ‘Ceuta’ número 54, que 
					desfiló por el Paseo del Revellín y que estaba formado por 
					una Sección de Fusiles y la Banda de Guerra.  
					 
					También participó la Unidad de Música de la Comandancia 
					General de Ceuta, en un acto que estuvo presidido por el 
					coronel jefe de la ULOG-23, en calidad de jefe accidental de 
					la Comandancia. Al acto acudieron también representantes de 
					la Ciudad Autónoma y de la Delegación del Gobierno. El 
					presidente de la Ciudad, Juan Vivas, resaltó la importancia 
					de esta fecha para Ceuta. “Es un momento cumbre para la 
					manifestación del sentimiento patriótico”, explicó el 
					presidente, quien recordó que Ceuta “presume de sentirse 
					España por encima de cualquier otra condición”. 
					 
					Vivas recordó también “valores de aquel día que determinaron 
					nuestra convivencia futura”. Así, hizo referencia a virtudes 
					como “la unidad, la solidaridad y la abnegación”. “Son 
					absolutamente imprescindibles cuando se trata de enfrentar 
					dificultades, y ahora es el momento”, apuntó. 
					 
					Antes del acto se disparó desde el baluarte de la Bandera un 
					cañón Schneider 75/22 mm., el tradicional ‘Cañonazo de las 
					Doce’, y se ejecutó la salva personal perteneciente al RAMIX 
					30. 
   |