El pasado día 30 algunas cruces de mayo fueron inauguradas y
comenzaron su andadura festiva por este mes, aunque ayer por
la noche fue la inauguración oficial de esta celebración ya
que la totalidad de las once cruces de mayo que ofrecen
comida a sus clientelas quedaron finalmente inauguradas.
Este año tan sólo once cruces son las encargadas de ofrecer
un servicio de comida en sus locales con el propósito de,
además de fomentar y preservar la tradición de las Cruces de
Mayo en la Ciudad, ofrecer otra alternativa de ocio a los
ceutíes donde poder pasar una agradable velada acompañados
de familiares y amigos.
El pasado lunes día 30 algunas de las once cruces de este
año abrían sus puertas aunque la totalidad de ellas quedaban
ayer noche inauguradas, tal y como ocurrió con las cruces de
mayo de las Hermandades de la Flagelación y las Penas.
La disminución de cruces que este año ofrecen comida se debe
a las quejas que año tras año realizan los hosteleros y que
parece que este año han dado su fruto y se ha permitido que
finalmente sólo puedan ofrecer este servicios las Cruces de
Mayo de asociaciones culturales y religiosas sin ánimo de
lucro, como son las Hermandades. Precisamente, una de estas
hermandades que más profusión tiene en la celebración de las
Cruces de Mayo es la de la Amargura. Como ya hiciera el
pasado año, regresa al Club Santo Ángel (San Amaro), lugar
donde quedó ubicada el pasado año tras tener que dejar su
situación original como era ‘Cria Caballar’.
Raúl Moya García, hermano mayor de la Cofradía, resaltaba a
EL PUEBLO la “importante implicación de todos los hermanos,
quienes están aportando una gran ayuda y trabajarán todos
los fines de semanas para conseguir recaudar el máximo fondo
posible para afrontar con garantías los gastos que pueda
tener la hermandad”.
El máximo representante de la Cofradía de la Amargura
destacaba que gran parte del dinero que se recaude irá
destinado a los futuros proyectos de la Hermandad y el resto
a obras sociales.
Por último, Moya García recordaba que este año la Cofradía
vuelve a ubicarse en el ‘Club Santo Ángel’, situado en la
barriada de San Amaro, donde disponen de unos grandes
salones para acoger a todas las personas que quieran
colaborar con la hermandad y pasar una velada agradable
acompañados de familiares y amigos. En cuanto a la comida,
el hermano mayor de la cofradía resaltaba que es casera en
su totalidad y que disponen de una gran variedad de platos
para satisfacer todos los paladares.
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