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					La AD Ceuta no pudo puntuar ayer en su último partido de la 
					temporada a domicilio al caer por 3-1 frente a la UD Melilla 
					en el Álvarez Claro. El conjunto caballa no estuvo fino en 
					defensa, algo de lo que se aprovecharon los melillenses para 
					adelantarse pronto en el marcador. Dos errores del cuadro 
					ceutí en los primeros diez minutos marcaron el devenir de un 
					encuentro dominado en su mayor parte por un Melilla que se 
					jugaba mucho más que el cuadro caballa, ya que aunque el 
					play off era prácticamente inalcanzable (aunque en esos 
					momentos mínimamente posible), estaba todavía en juego el 
					pase para la próxima edición de la Copa del Rey. Los 
					azulinos aprovecharon los dos fallos iniciales de la zaga 
					caballa para establecer un 2-0 que se convirtió en una losa 
					demasiado pesada de levantar. Aun más cuando Nico Cháfer, al 
					filo del descanso, conseguía el tercero para los de Óscar 
					Cano. Cambió por completo el decorado en el segundo tiempo, 
					aunque ya era demasiado tarde para el conjunto entrenado por 
					Sergio Lobera. Guzmán Casaseca recortó distancias con un 
					lanzamiento cruzado inalcanzable para Dorronsoro en el 
					ecuador del segundo tiempo, pero el derbi ya estaba 
					decantado para un combinado melillense que consiguió 
					despedirse de su afición con una victoria. 
					 
					El conjunto caballa no saltó al terreno de juego del Álvarez 
					Claro nada fino, y en el arranque del partido cometió dos 
					graves errores que le costaron dos goles en los primeros 
					diez minutos. Tras la protesta inicial ya habitual en estas 
					últimas jornadas por la difícil situación económica por la 
					que atraviesa el equipo, el cuadro caballa, ya sin opciones 
					de luchar por nada más que escalar algún puesto en la tabla, 
					salió algo desconcentrado y con poca intensidad, y eso se 
					plasmó sobre el terreno de juego. En el 8’, y tras un 
					acercamiento previo de los melillenses, una mala cesión de 
					Alfaro hacia Pau Torres la aprovechó Fausto para batir al 
					portero catalán, que no llegó a despejar el mal pase de su 
					compañero. Pero, como se suele decir, las desgracias nunca 
					vienen solas y apenas dos minutos más tarde un nuevo error 
					de la defensa caballa supuso el 2-0 para el equipo que 
					dirige Óscar Cano. Dani Fragoso colgó un balón en largo 
					desde la defensa melillense y Blanco, en su afán por 
					despejar, golpeó el cuero sin fuerza permitiendo que 
					Velasco, llegando desde atrás con fuerza y velocidad, 
					superara de nuevo al guardameta caballa. 
					 
					A la espera de lo que sucediese en el enfrentamiento del 
					Jaén (que terminó ganando su partido), el Melilla estaba 
					cumpliendo con su parte, adelantarse en el marcador y 
					allanar el camino hacia la victoria. Con el marcador 
					encarrilado, el dominio de los de Óscar Cano era importante, 
					sobre todo en el centro del campo, aunque las ocasiones de 
					gol brillaron por su ausencia. Los ceutíes, algo 
					amedrentados tras encajar rápidamente los dos goles, se 
					echaron atrás y optaron por el contragolpe como vía para 
					intentar recortar distancias, pero únicamente a través de 
					disparos lejanos pudieron los ceutíes incomodar a Dorronsoro. 
					 
					Antes del descanso llegó un nuevo mazazo el conjunto 
					caballa, que llegó en forma de gol de Nico Cháfer, que 
					enganchó un potente disparo desde la frontal del área que se 
					coló por la misma escuadra de la portería de Pau Torres. 
					Pero el equipo caballa no estaba dispuesto a marcharse al 
					descanso con el 3-0 en el marcador, y pudo recortar 
					distancias justo antes del término de la primera mitad. 
					Aitor dispuso de un mano a mano con Dorronsoro, pero el meta 
					cántabro le ganó la partida y salvó el tanto caballa. 
					 
					Reaccionó en el segundo tiempo la AD Ceuta. Sergio Lobera 
					introdujo cambios en el descanso, colocando a Julio de Dios 
					y Ekedo en el centro del campo, que tuvieron algo más de 
					acierto en la construcción del juego. A pesar de llevar la 
					iniciativa durante todo el segundo tiempo, el cuadro caballa 
					se estrellaban contra la muralla cimentada por Óscar Cano. 
					El Melilla, jugando con el marcador y el cronómetro a favor, 
					se dedicó a contemporizar y a arriesgar lo menos posible su 
					ventaja. Las aproximaciones de gol fueron para los 
					visitantes, aunque el Melilla generaba algo de incertidumbre 
					jugando al contragolpe. 
					 
					En el ecuador del segundo tiempo el Ceuta encontró parte de 
					la recompensa al trabajo realizado tras el descanso con el 
					gol de Guzmán, que con un gran disparo cruzado consiguió 
					batir a Dorronsoro y poner el 3-1 en el marcador. El Melilla 
					se encerró aún más en su campo para impedir los disparos 
					desde media distancia y los ataques por banda, mientras que 
					el Ceuta, con más corazón que cabeza, no pudo volver a 
					superar la férrea defensa del cuadro melillense. 
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