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					Ayer declararon en la Sección de la Audiencia tres 
					profesionales de la medicina que intervinieron para salvar 
					la vida de Francisco José Forés Pecino. A la sala acudieron 
					el médico de la UVI móvil que atendió al herido en su 
					domicilio y que ya lo encontró en parada 
					cardiorrespiratoria. También el médico de Urgencias que lo 
					derivó a quirófano y el cirujano que lo intervino. Todos los 
					esfuerzos fueron sin éxito, dada la gravedad de la herida 
					que había sufrido Francisco José a manos de su hijastro, 
					Ángel José P.C. 
					 
					A preguntas de la Fiscalía, el cirujano reconoció que la 
					herida no era “un pinchazo”, sino que la cuchillada había 
					sido asestada con una “fuerza importante”.  
					 
					Básicamente la muerte se le produjo por shock hipovolémico. 
					El cuchillo jamonero utilizado en el crimen atravesó de 
					parte a parte al hombre, entrando por la última zona 
					intercostal de la parte izquierda del torso, con salida de 
					un centímetro por la región lumbar. 
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