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                     Me refiero al Gobierno de la 
					Ciudad y, muy especialmente, en lo que afecta al plan de 
					pago a proveedores, con una operación de crédito que toca 
					los 80 millones de euros, a la oposición. 
					 
					Ceuta, pues, se suma a este plan de pago a proveedores, pero 
					se suma de una manera tan tibia que las deudas que quita por 
					un lado se acrecientan por otro y una parte de los que 
					debieran cobrar no lo van a hacer. 
					 
					La oposición, todos los que están fuera del Gobierno, no 
					secundan, yo tampoco lo haría, la medida con la que la 
					Ciudad va a archivar 2.025 facturas pendientes y culpan al 
					Gobierno de los populares de una “nefasta gestión 
					económica”. Sus razones tendrán y no voy a ser yo quien les 
					lleve la contraria. 
					 
					Hasta ahora, en muy pocas ocasiones, Caballas se ha puesto 
					de acuerdo, en nada, con cualquiera de los grupos que 
					conforman la Asamblea de Ceuta y va a ser en esto, sólo en 
					esto, en lo que estén de acuerdo con el PSOE, al tiempo que 
					ambos grupos advierten que el préstamo lo que va a hacer es 
					hipotecar, de por vida, a la Ciudad. 
					 
					Y es que los dos grupos de la oposición, Caballas y PSOE 
					tienen muy clara la situación de que ese préstamo de 79,5 
					millones que la Ciudad pedirá al Instituto Oficial de 
					Crédito (ICO) a un interés del 5%, para pagar a los 
					proveedores y que una parte de ellos no cobrarán, va a 
					hipotecar a la Ciudad durante los próximos diez años. 
					 
					Y aquí hay algo que no sé si por desconocimiento o por 
					olvido se les pasa a los grupos de la oposición, y es que 
					esos casi 80 millones de euros servirán para pagar la cuarta 
					parte de lo que deben, con lo que las otras tres partes de 
					los proveedores se van a quedar sin cobrar y eso es lo que 
					hay que resaltar de todo este asunto. 
					 
					A partir de ahora los votantes de Ceuta, especialmente los 
					que no van a cobrar, deben fijarse en que los diputados del 
					PP sacaron el lunes adelante y ellos solos, esa operación de 
					crédito con la que el Gobierno hará frente al pago de 
					“ciertas” facturas pendientes a sus proveedores. 
					 
					Y la pregunta que viene, a continuación, es la siguiente ¿Y 
					quién pagará esas otras facturas que el Gobierno del PP no 
					va a pagar ahora?. Es más, podríamos seguir con otra serie 
					de preguntas ¿Qué método objetivo se ha seguido para elegir 
					unas y no otras de las facturas?. 
					 
					Los dos grupos de la oposición deben saber esto y lo que no 
					me explico es por qué no ha aflorado esa pregunta, cuando 
					todos saben que, además de endeudarse, por este camino, no 
					se ha pagado o no se pagará más de la cuarta parte de lo 
					mucho que se debe.  
					 
					Quienes conocen el percal que hay ahí dentro de la Santa 
					Casa Madre sostienen la idea, creo que correcta, que el 
					haber pedido ese crédito de un 25% de lo que se debe y no 
					haber dado luz verde a las verdaderas deudas que hay en el 
					Ayuntamiento, se debido a que se quería ocultar la serie de 
					desatinos que en los últimos años ha habido, con unos gastos 
					que ni los más pesimistas podrían haber previsto. 
					 
					El PP se equivoca. Son muchos años ya al frente del 
					Ayuntamiento y ahora no podrán hablar de herencias 
					recibidas, porque los derechos, la mayor parte al menos, son 
					deudas generadas por el Ayuntamiento al frente del cual está 
					Juan Vivas hoy y estaba el propio Vivas hace diez años. 
					 
					Y que Martínez no nos venga ahora con cuentos chinos de que 
					el origen de la deuda se debe a una disminución de ingresos, 
					por parte del estado y del ipsi. Debiera haber añadido:” Y 
					porque hemos sido unos derrochones”. 
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