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					La compañía petrolífera ‘Vilma Oil’ está esperando que las 
					autoridades ceutíes le otorguen el permiso que solicitó en 
					2010 para instalarse en la primera fase de ampliación del 
					puerto, cuyas obras de habilitación se entregaron a Fomento 
					el pasado 3 de mayo. De no recibir respuesta pronto, la 
					empresa podría instalarse en la nueva terminal de Algeciras. 
					 
					‘Vilma Oil’ es una de las empresas que solicitó hace dos 
					años instalarse en la primera fase de la ampliación del 
					puerto, terreno que el pasado 3 de mayo se entregó al 
					Ministerio de Fomento después de haber acometido en esta 
					superficie las obras necesarias para convertirse en un 
					polígono. Con el terreno ya preparado para que se ubiquen 
					allí las nuevas empresas, la compañía española ha reconocido 
					que espera recibir en un corto periodo de tiempo la 
					confirmación por parte de las autoridades de la concesión 
					del terreno solicitado -de 50.000 metros cuadrados- según 
					han informado a través de una nota de prensa sobre la 
					situación de la empresa.  
					 
					La compañía, creada en 1996 y participada por accionistas 
					españoles, tiene actualmente recursos inmovilizados “y a la 
					espera de los permisos, para dar comienzo a este proyecto”. 
					No obstante, desde la empresa señalan que “dado el clima 
					económico” y ante el reciente anuncio de otra terminal 
					petrolera en la bahía de Algeciras, no descartan ubicarse 
					allí. “Siendo el calendario de los planes de inversión de 
					importancia crítica -resaltan-, existe la posibilidad de una 
					ubicación alternativa en caso de surgir oportunidades de 
					interés”.  
					 
					La relación entre Vilma Oil y el puerto ceutí comenzó en 
					2006 cuando la empresa española comenzó a operar en la 
					ciudad mediante la importación y exportación de productos 
					derivados del petróleo. Dos años después, en 2008, se inició 
					en el segmento del suministro de combustible, como principal 
					actividad física tras haber identificado la decreciente 
					tendencia del suministro en Ceuta de dichos servicios. 
					 
					Vilma se quiso comprometer en la tarea de la importación de 
					combustibles marinos a fin de proporcionar un servicio 
					continuo “que revierta directamente en la economía de la 
					ciudad”. No obstante, advierte de que “existen ciertas 
					barreras que deben ser sorteadas con el objetivo de 
					completar el total potencial de desarrollo de la 
					infraestructura del puerto”. 
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