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sociedad - MARTES, 15 DE MAYO DE 2012


Sandra posa con su hija. f.raso.

alojamiento
 

Sandra pide una vivienda antes de ser desalojada el 30 de mayo

Esta joven, que con 800 euros mantiene una
familia, debe abandonar la casa que ocupa sin poder sufragar un alquiler
 

CEUTA
V. Saura

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los casos de desalojo cada vez son más frecuentes en los juzgados ceutíes. El de Sandra es uno de ellos, pero en este caso la joven sólo pide una vivienda cuyo alquiler pueda sufragar. Ella y su marido han encontrado trabajo a pesar de la crisis, pero entre ambos apenas juntan 800 euros con los que no pueden hacer frente a un alquiler y la fianza. El 30 de mayo les desalojan de la casa que ocupan desde hace cinco años.

Desesperada. Así se encuentra Sandra y así es la situación en la que viven ella y su familia. Esta mujer, a sus 28 años, se enfrenta a un desalojo que tendrá lugar el próximo día 30 de mayo si nadie lo remedia antes. Con ella arrastra dos hijos, de 9 años y 16 meses, y un marido que se encuentra en lista de espera para ser operado por obesidad mórbida. La casa en la que vive desde hace cinco años es una residencia militar de San Amaro, que se encontraba abandonada cuando Sandra se vio obligada a ocuparla para darle un techo a su hijo y que será demolida en el mismo momento en que ella la deje.

Ni esta mujer ni su marido tenían un trabajo hace cinco años. Sin embargo, hace dos, la suerte pareció sonreírles. Sandra encontró un empleo como limpiadora y su marido dejó las filas del paro hace unos meses para empezar a trabajar como repartidor a media jornada.

Un alojamiento asequible

Ahora, entre ambos ganan alrededor de 800 euros. Sin embargo, con dos niños, el sueldo no les alcanza para sufragar los altos alquileres por los que se caracteriza Ceuta y poder alimentar a la familia. Por ello, Sandra acudió a Asuntos Sociales para pedir ayuda. Allí la única solución que le ofrecen es que se busque un piso de alquiler para que ellos le paguen dos meses después parte de su precio. Pero tampoco puede. Y es que, Sandra es una mujer que se ha quedado sin opciones y que se siente indignada por ver como no puede acceder al derecho de tener una vivienda digna. Ella sólo quiere un alquiler asequible, como el de las viviendas de protección oficial a cuya lista no se pudo apuntar hasta no contar con una nómina.

El tiempo no corre a su favor, aunque los militares ampliaron el plazo para el desahucio, tal y como explica. “Los días pasan y me veo en la calle” lamenta asegurando con voz entrecortada que se siente “impotente”. Al preguntarle sobre sus vecinos, Sandra no puede contener las lágrimas y entre ellas explica con amargura como incluso le han ofrecido salir a la calle para pedir que se quede en el barrio.

Mientras, ella sólo quiere despertar de la pesadilla provocada por la crisis y el paro que ha abocado a decenas de ceutíes a convertirse en ‘okupas’ y cuyos casos de desalojo pasan cada vez más frecuentemente por los juzgados de la ciudad.
 

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