| 
                     El presidente de la Asociación 
					Deportiva Ceuta ha demostrado esta temporada que los malos 
					resultados no le amilanan. José Antonio Muñoz ha sido 
					capaz de acudir, bastantes partidos, al palco presidencial 
					convencido de que iba a estar más solo que la una. El palco 
					presidencial, otrora carente de espacios para acoger a 
					cuantos querían hacerse visibles en él, terminó por 
					convertirse en lugar infrecuentado por quienes antes acudían 
					a él presurosos para presumir de los triunfos del equipo.
					 
					 
					A José Antonio Muñoz no le ha temblado el pulso a la hora de 
					dar la cara. Mientras otros, culpables a tiempo completo de 
					las desgracias acumuladas por el primer equipo de la Ciudad, 
					se han refugiado en el burladero de la cobardía. Los 
					culpables de la mala situación que atraviesa el primer 
					equipo local, sin duda alguna, son quienes han incumplido 
					sus compromisos económicos con el club. Los mismos que han 
					apostado porque a la Federación de Fútbol de Ceuta no le 
					falte de nada. De modo que este organismo pueda aprovecharse 
					de todas las subvenciones habidas y por haber. Subvenciones 
					con las que su presidente hace y deshace sin tener que 
					rendir cuentas a nadie.  
					 
					Los culpables de la mala situación que atraviesa el primer 
					equipo local, naturalmente, son quienes fueron capaces de 
					entregarle a Felipe Escane dineros a manos llenas. Y 
					ni siquiera así, Escane fue capaz de cumplir sus compromisos 
					con Hacienda.  
					 
					Los culpables de la mala situación en la que se encuentra la 
					Agrupación Deportiva Ceuta tienen nombres y apellidos, pero 
					están convencidos de que van a permanecer en el anonimato. 
					De tal modo que van a poder seguir despilfarrando dinero en 
					una escuela de fútbol cuya existencia está hecha para 
					ofrecer empleo a varios recomendados. 
					 
					Los culpables de que el primer equipo de la ciudad esté 
					desacreditado, debido a que sus jugadores no han dejado de 
					hincar sus rodillas en tierra, en señal de protesta por no 
					percibir sus salarios, tratan de convencer a los ciudadanos 
					que la culpa de semejante desaguisado la tiene Muñoz. Por no 
					haber sabido administrar bien los dineros recibidos. 
					 
					Mentira que ha sido echada abajo por Muñoz con sus recientes 
					declaraciones en RTVCE. En las que ha dado pruebas evidentes 
					de haber sido engañado durante meses. Con promesas que no se 
					han cumplido y sometido a un trato encaminado a ver si se 
					aburría y dejaba al equipo navegando a la deriva.  
					 
					Los culpables de que la ADC esté viviendo una pesadilla 
					jamás prevista, hace ya mucho tiempo que dejaron de ir al 
					Murube. Temerosos de que los aficionados decidieran 
					abroncarles por las malas decisiones tomadas y, sobre todo, 
					porque se les ha visto el plumero: han tratado de que el 
					fútbol desaparezca aprovechando que el presidente era Muñoz. 
					Máxime sabiendo que éste no era ni es bien visto por la 
					oposición política ni por el periódico decano. De ahí las 
					críticas acerbas recibidas por Muñoz durante el tiempo que 
					lleva como presidente.  
					 
					Muñoz debería largar de cuantos le critican con saña su 
					actuación como presidente de la ADC. En momentos, donde 
					serlo no deja de ser una arriesgada aventura. Yo, en su 
					lugar, le dejaría el equipo, que es un muerto en toda regla, 
					a Juan Vivas. 
   |