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					La Junta de Facultad de Educación y Humanidades de la UGR en 
					Ceuta renovó ayer su confianza en Ramón Galindo como decano 
					de la misma, al elegirlo de nuevo como decano durante los 
					próximos cuatro años. El decano, arropado por la unanimidad 
					de la Junta, se prepara para afrontar los nuevos retos que 
					representa el traslado al nuevo Campus, en medio de una 
					coyuntura educativa salpicada por la incertidumbre, los 
					recortes y los cambios legales del Gobierno sobre la 
					Universidad. 
					 
					“Si me han elegido por unanimidad supongo que no lo habremos 
					hecho tan mal”, afirmó ayer con modestia Ramón Galindo, al 
					ver renovado su cargo como decano de la Facultad de 
					Educación y Humanidades de la UGR en Ceuta tras las 
					elecciones celebradas por la Junta de la Facultad durante la 
					mañana. Galindo, el único candidato que se presentaba al 
					cargo, fue elegido por unanimidad con nueve votos más de los 
					necesarios. “A pesar de que era el único candidato me siento 
					apoyado por mis compañeros”, dijo el decano, que ha hecho un 
					balance “positivo” de los cuatro años al frente de la 
					Facultad.  
					 
					“El equipo que me ha acompañado ha trabajado y hemos ayudado 
					a darle un avance muy significativo a la facultad partiendo 
					de lo que ya se había hecho antes en todas las áreas, desde 
					Investigación, Cooperación al desarrollo, Relaciones 
					Internacionales... aún así, todo es mejorable, soy el 
					primero en reconocerlo”. 
					 
					Galindo, que ahora tendrá que enviar la propuesta del nuevo 
					equipo al rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, 
					avanzó que “va a haber cambios”, pero ante todo quiso 
					agradecer el trabajo de quien ha estado a su lado durante 
					estos años. Y es que en su nuevo mandato Galindo se enfrenta 
					a cuatro años de decanato que comienzan en medio de una 
					situación “muy complicada”.  
					 
					“El reto fundamental es trasladarnos al nuevo Campus en 
					medio de los ajustes y modificaciones legales que se están 
					llevando a cabo, no es el mejor momento para introducir las 
					reformas que son necesarias, pero en la crisis es cuando hay 
					que sacar lo mejor de nosotros”, afirmó el decano con 
					optimismo.  
					 
					En cualquier caso, el decano es plenamente consciente de la 
					preocupación “muy grande” que sobrevuela no solo a la 
					Universidad, sino a todo el entramado de la Educación. “Por 
					mi puesto como funcionario a mi no me puede afectar, pero sí 
					estoy preocupado por la situación de muchos compañeros. Y ya 
					no como decano, sino como Ramón Galindo, he de decir que no 
					me siento responsable de lo que está sucediendo. Lo peor es 
					que la gran mayoría estamos pagando por lo que se han 
					llevado otras personas”. Oficialmente, y en cuanto al 
					anuncio de algunos estudiantes de protestar ante los 
					recortes saliendo a dar clases en la calle, Galindo les ha 
					dado su apoyo. “Me parece muy bien que defiendan sus 
					derechos, al fin y al cabo, es a ellos a quienes finalmente 
					más va a afectar todo esto”.  
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					Un nuevo desafío tras la transición a Bolonia 
					Ramón Galindo, doctor en Historia, 
					ha estado al frente de la Facultad de Educación y 
					Humanidades de la UGR como decano desde noviembre de 2008, 
					en plena transición de la Universidad hacia Bolonia y la 
					adaptación de los estudios universitarios al Espacio Europeo 
					de Educación Superior. Ahora le toca enfrentarse a un nuevo 
					periodo convulso, con el traslado de la Facultad al nuevo 
					Campus del 54 en ciernes, y en medio de la reforma 
					universitaria que pretende poner en marcha el Ministerio de 
					Educación. Precisamente ayer, el Congreso aprobó el recorte 
					de 3.000 millones de euros en Educación, que a falta de 
					mayor concreción afectará a la Universidad en la subida de 
					las tasas universitarias hasta un 25% del coste real en 
					primera convocatoria y un 100% del precio en segundas y 
					sucesivas matrículas.  
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