El trabajo, el paro y el futuro de la ciudad, así como las
dificultades de acceso a la vivienda, son para los jóvenes
ceutíes su principal preocupación según el ‘Estudio sobre la
Juventud de Ceuta 2010’. El análisis da cuenta de que la
complicada situación sociolaboral del colectivo joven en la
ciudad, que registra la mayor tasa de paro juvenil de
España, les preocupa hoy bastante más que hace una década:
entonces el trabajo era el principal problema para un 13,5%,
ahora lo es para el 35,25%.
‘A mal tiempo, buena cara’. Esta máxima del refranero
popular podría aplicarse a la juventud ceutí siguiendo el
análisis sobre sus principales preocupaciones realizado por
los sociólogos José Miguel Cantón Gálvez, Francisco Javier
Escobar Rivas y Carlos Rontomé Romero, y presentado la
semana pasada en la ciudad. Y es que pese a ser el colectivo
con la mayor tasa de paro del país y los peores resultados
de fracaso escolar (un 38,8% de estudiantes no terminó la
ESO en el curso 2009-2010), los jóvenes de entre 15 y 29
años de la ciudad mantienen su optimismo de cara al futuro,
incluso son más optimistas hoy que hace 10 años y un 61% de
ellos piensa que sus principales problemas se pueden
solucionar a corto o medio plazo.
Así lo ponen de manifiesto los datos del ‘Estudio sobre la
Juventud en Ceuta 2010’, cuyas encuestas aleatorias
realizadas a 775 jóvenes de los 17.387 empadronados en la
ciudad en 2010 han identificado lo que ellos consideran sus
mayores problemas. Trabajo (35,25%) y paro (20,58%) se
sitúan a la cabeza de sus preocupaciones a nivel genérico,
aunque si les preguntan por un orden de los tres principales
problemas los ordenarían de esta forma: trabajo (41%), paro
(29%) y vivienda (26,3%). Si bien las cifras varían en
pequeños porcentajes, es claro que los problemas que más
afectan a la juventud local siguen siendo los mismos que
hace diez años. Y esta persistencia ha tenido como
consecuencia directa la pérdida de confianza de los jóvenes
en la clase política. Empezando por los políticos en
general, seguido de los partidos, y el Congreso de los
Diputados, ninguno de ellos aprueba el “examen de confianza”
de los jóvenes. Por otro lado, los problemas que más peso
han perdido entre la juventud ceutí a lo largo de la última
década ha sido la inseguridad ciudadana, que ha descendido
algo más de 11 puntos entre sus preocupaciones, además de
las drogas, que baja 9 puntos. Cuando se cruzan género, edad
y origen sociocultural, no se encuentran grandes diferencias
sobre los grandes problemas, pero sí sobre otros de ellos.
Por ejemplo, la oferta educativa y las drogas preocupan más
a los jóvenes de 15 a 19 años (20,6%), mientras que para los
mayores de 25 a 29 representa un 4,9%. Por el contrario, uno
de cada cuatro jóvenes de 25 a 29 años está más preocupado
por el paro (24,9%) que un joven de 15 a 19 (11,2%). Según
el género, las mujeres identifican también como problemas
importantes la oferta educativa (13,3%) y el futuro de la
ciudad (18,7%).
Pese a ser conscientes de sus problemas, la juventud ceutí
de hoy es más optimistas que hace diez años, aunque es
importante destacar que los más pesimistas son quienes se se
autoposicionan como de clase baja (56%), parados (48,6%), de
origen sociocultural árabe (40,5%) y con estudios inferiores
a Secundaria (35%).
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