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                     Gracias a esta Ley, se modernizó 
					nuestro sistema educativo, en los últimos años del 
					franquismo. Muchos niños y jóvenes españoles de familias, 
					modestas pudieron acceder a la Universidad. 
					 
					La Reforma estableció, por primera vez, la obligatoriedad de 
					estudiar hasta los catorce años (desde los 6), lo que supuso 
					un gran avance social en nuestro país. Pero el mandato del 
					Sr. Villar Palasí al frente del Ministerio de Educación, 
					durante cinco años (1968-1973), fue mucho más que la EGB, 
					que duró veinte años. Instauró bases del Sistema Educativo 
					todavía vigentes. El Bachillerato con sus opciones de 
					Ciencias y Letras, la Formación Profesional, la 
					Selectividad, el Doctorado, la Educación a Distancia, la 
					Enseñanza de la Lengua Vernácula en las Comunidades 
					Bilingües… 
					 
					Fue la primera vez, desde la Ley Moyano de 1857, que una 
					norma educativa abarcaba y unificaba todo el Sistema, desde 
					Párvulos a la Universidad, con el afán de ensamblar unos 
					ciclos con otros. Villar Palasí elevó al rango universitario 
					los estudios de Magisterio; creó el Cuerpo de Profesores 
					Universitarios adjuntos; introdujo el concepto de Evaluación 
					Continua y la Orientación Escolar y Profesional; lanzó el 
					Sistema de Becas-salario y hasta el servicio de Bibliobús. 
					También impulsó la redacción del Libro Blanco sobre la 
					Reforma de la Enseñanza en nuestro país. 
					 
					Su política educativa fue la más fructífera del siglo XX; 
					cinco años de iniciativa que hicieron dar el salto a la 
					Educación Española hacia la Modernidad. 
					 
					En la INTRODUCCIÓN DEL LIBRO BLANCO se especifica: “La 
					promulgación de la Nueva Ley General de Educación señala el 
					punto de partida para una renovación profunda del Sistema 
					Educativo Nacional, y constituye el marco de referencia y el 
					cauce de un proceso cuyo objetivo fundamental es 
					proporcionar más y mejor educación a todos los españoles a 
					través de la expansión y democratización de la enseñanza, 
					por un lado, y de la elevación y mejoramiento de su calidad 
					y del rendimiento educativo, por otro. 
					 
					La eficiencia del proceso educativo y la mejora cualitativa 
					de su rendimiento están condicionadas principalmente por el 
					contenido de los planes de estudio, por la introducción de 
					nuevos métodos y modernos medios de enseñanza y, sobre todo, 
					por la eficiencia del profesorado en un clima de creación, 
					iniciativa y entusiasmo. 
					 
					La nueva orientación de la Educación General Básica (EGB) 
					dentro del proceso continuo y dinámico de la educación, 
					responde a estas ideas. Ahora bien, los cambios y 
					transformación que se introducen en los contenidos, en la 
					metodología y en las actitudes, no son normas que deban 
					seguirse imperativamente, sino que son más bien directrices 
					y sugerencias para la experimentación… 
					 
					Bueno será un breve resumen sobre las Leyes Educativas, 
					anteriores y posteriores a la “Ley Villar Palasí”. En primer 
					lugar, nos remontamos a la Constitución de Cádiz, (1812), 
					que recoge en su título IX, del capítulo 366-371, la 
					necesidad de crear un Plan de Enseñanza uniforme para todo 
					el reino, sin especificar clases sociales y establecer en 
					todos los pueblos “escuelas” de primeras letras en las que 
					se enseñará a leer, escribir y contar, el catecismo y las 
					obligaciones civiles. 
					 
					El “Plan General de Instrucción Pública del Duque de Rivas, 
					aparece en 1836, un plan con influencia liberales que no 
					llega a aplicarse porque cambia el Régimen. Durante el 
					Gobierno del Marqués de Someruelos se crean Escuelas 
					Normales para formar a los docentes. 
					 
					En 1845 se aprueba el Plan Pidal o Plan General de Estudios, 
					antecedente de la futura Ley Moyano… Llega el Concordato de 
					1851: Isabel II ha sido excomulgada por sus 
					desamortizaciones eclesiásticas y el acuerdo contempla 
					otorgar a la Iglesia Católica el derecho de velar por la 
					pureza religiosa de los estudios. Desde 1854 a 1856 se 
					seculariza la Enseñanza. 
					 
					Llegado 1857, el Ministerio de Fomento, Claudio Moyano, da 
					nombre a la Ley de Instrucción Pública de 1857, promulgada 
					dentro de Gobierno moderado y fruto del consenso… La ley 
					Moyano es todo un monumento legislativo, un código docente 
					muy extenso que consta de 307 artículos y ha estado vigente 
					más de 100 años… 
					 
					Un hito importante, en 1876, es la Fundación de la 
					Institución Libre de Enseñanza que Giner de los Ríos. 
					Enraizada en los principios de la filosofía krausista, la 
					Institución es un alarde de auténtica renovación que 
					defiende el aprendizaje activo, la formación a través de las 
					artes y la escuela laica. 
					 
					Dentro del clima regeneracionalista que vivía España, se 
					crea el Ministerio de Instrucción Pública, que asumía el 
					sueldo de los maestros y el control de la red de Escuelas 
					Primarias. A principios del siglo XX está la educación 
					influenciada por dos generaciones: Azorín, Baroja, Machado… 
					y la Generación de 1914, compuesta por los intelectuales en 
					el extranjero como Ortega y Gasset, Sánchez Albornoz… 
					 
					La Ley de Junio de 1909 promueve la necesidad urgente de 
					reorganizar la red escolar rural, dotar de medios materiales 
					a los centros, fomentar la educación de párvulos y adultos y 
					renovar los métodos y contenidos de la enseñanza. Las 
					mujeres tuvieron que esperar 1910 para ver reflejados sus 
					derechos a la educación, mediante unos Decretos oficiales. 
					 
					En 1923, Eduardo Calleja, establece un nuevo Plan de 
					Bachillerato. Para recortar gastos impone un libro único de 
					texto, la “Enciclopedia” prima ante todo una igualdad en la 
					educación, también de género, de la mano de Llopis, Fernando 
					de los Ríos… Se implantaron las Misiones Pedagógicas. 
					 
					Durante la Guerra Civil coexisten dos escuelas: en la zona 
					republicana se sustituye el plan de estudios de 1901 por 
					otro más innovador decretado en el 37. En la zona franquista 
					se impone el pensamiento conservador. Se condena la 
					coeducación y la Institución Libre de Enseñanza. 
					 
					Y como “cierre de oro” en 1985, el Gobierno de turno aprueba 
					la Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación 
					(LODE), una reforma necesaria para establecer la educación 
					como derecho básico. 
					 
					Y llegamos a 1990. Este año se publica la Ley de Ordenación 
					del Sistema Educativo (LOGSE), promovida por el PSOE. La 
					base va a ser la evaluación del sistema para poder mejorar, 
					reformar y ampliar el proceso educativo. La escolarización 
					se hace obligatoria hasta los 16 años, se establece la 
					promoción de curso automática, se crea la etapa de Educación 
					Secundaria Obligatoria (ESO). Las críticas llegaron por la 
					falta de medios para aplicarla. En resumen, en los últimos 
					17 años se han sucedido varias leyes. Tras la LOGSE llegó la 
					Ley Orgánica de Calidad de Educación (LOCE) reforma 
					auspiciada por el PP, entonces en el Gobierno, y aprobada en 
					2002. Fue muy discutida y en 2005, con el PSOE en el poder, 
					se inicia otra reforma que ha dado lugar a la Ley Orgánica 
					de Educación (LOE). Un galimatías de siglas que encierra un 
					debate político centrado, sobre todo, en detalles como la 
					enseñanza de la Religión. 
					 
					Y el padre de la “Educación Moderna”, hace unos días nos 
					dejó. El Sr. Villar Palasí, donde su política educativa fue 
					la más fructífera del siglo XX. 
					 
					Cualquier análisis que hagamos, nos lleva a la conclusión 
					que no hemos mejorado nada. Estamos en los peores lugares a 
					nivel mundial y, mientras unos países se mantienen firmes 
					con sus sistemas educativos, obteniendo los mejores 
					resultados, Finlandia, Corea del Sur… nosotros, sin levantar 
					cabeza, en la cola, en fracaso y abandono escolar. 
					 
					¿Habrá otra ley con el nuevo Gobierno? El Sr. Ministro dice 
					que no, pero con los recortes que se producirán seguiremos 
					donde ahora nos encontramos, o peor. 
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