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					Convenios firmados y dotados hace años, obras inconclusas, 
					demoliciones que no han servido para el fin que se 
					proyectaron... Es el resultado de un somero repaso por 
					algunas de las inversiones de la ciudad, unas 
					correspondientes al Estado, otras promovidas por el Gobierno 
					local y algunas cofinanciadas mediante convenios. Grandes 
					obras como la construcción de un nuevo cuartel para la 
					Guardia Civil o la Jefatura de Policía son algunos ejemplos 
					de ello, pero también lo son la Pista de Atletismo, la 
					Estación de Ferrocarril, los alojamientos para mayores del 
					Cine África o, más recientemente, el vertedero de Santa 
					Catalina. 
					 
					Lejos quedan los días en los que, a pesar de que la crisis 
					ya se dejaba notar, se anunciaban inversiones 
					multimillonarias. El 22 de diciembre de 2008, el presidente 
					de la Ciudad, Juan Vivas, trataba de tranquilizar a los 
					representantes locales del sector de la construcción en una 
					reunión en la que puso encima de la mesa una cifra: 90,5 
					millones de euros que calculaba iban a invertirse en obras 
					públicas en el primer trimestre de 2009. Eso era así, 
					explicaba, si se sumaban los proyectos presupuestados por la 
					Ciudad y los del entonces Plan Estatal de Inversión Local.
					 
					 
					Para entonces ya había, no obstante, algunos importantes 
					proyectos en marcha que empezaban a ralentizarse y que a día 
					de hoy se encuentran parados. La situación afecta tanto a 
					proyectos del Estado como de la administración local y 
					también a algunos que estaban cofinanciados.  
					 
					Sin hacer un repaso exhaustivo, y en lo que respecta a las 
					inversiones del Estado, la administración central invirtió 
					en 2008 a través de la Sociedad Estatal de Gestión 
					Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa) un millón de euros en 
					demoler el acuartelamiento de las Heras, donde estaba 
					previsto construir a continuación la nueva Casa Cuartel de 
					la Guardia Civil, un proyecto que el entonces delegado del 
					Gobierno, Jenaro García-Arreciado, valoró en 50 millones de 
					euros. 
					 
					Algo similar ocurre con otro equipamiento relacionado con la 
					seguridad, la Jefatura de Policía, para la que el actual 
					delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, ha 
					propuesto una ubicación distinta en el Príncipe después de 
					que se culminara el proceso de cesión de una parcela en 
					Ybarrola. El convenio de permuta de terrenos (Ybarrola por 
					el que ocupa la comisaría de San Juan de Dios), se elevó a 
					escritura pública el 14 de julio de 2010. 
					 
					En cuanto a los proyectos de la Ciudad, la Pista de 
					Atletismo se lleva la palma de los retrasos y gastos en 
					gestiones infructuosas, pues de ella se han redactado una 
					veintena de proyectos desde 1985. Lo último que se sabe de 
					él es que el Estado, a través del Consejo Superior de 
					Deportes, ha aportado 1,2 millones para la construcción de 
					este equipamiento deportivo, que el Gobierno de la Ciudad 
					anunció en agosto del pasado año que “ajustaría” para 
					rebajar su coste inicial, calculado en 8,5 millones. 
					 
					En una situación peor están las obras de restauración de la 
					Estación de Ferrocarril, que comenzaron el 11 de agosto de 
					2008 y se encuentran paralizadas. En este caso, también se 
					ha contado con financiación del Estado, pues de los 
					3.317.583,78 euros del presupuesto, un 50% ha de ser 
					aportado por la Ciudad y el otro 50% fue desembolsado por el 
					Ministerio de Fomento, a través del 1% Cultural. 
					 
					Otra inversión que de momento no ha dado el fruto anunciado 
					ha sido la demolición del Cine África, realizada a comienzos 
					de 2011, en la que la Ciudad invirtió 900.000 euros y que 
					debería haber servido para edificar alojamientos y un centro 
					asistencial para mayores. El Estado ha aportado a esta 
					iniciativa, a través del Plan Estatal de Vivienda 2009-2012 
					y mediante convenio, 1.042.605 euros. 
					 
					Santa Catalina, proyecto inconcluso, arrastra también un 
					considerable retraso. Lo que se denominó por parte del 
					presidente de la Ciudad “primera fase” (en principio no 
					fueron dos) ha costado 7,8 millones de euros. Al darse por 
					finalizado el traslado de la mayor parte de la basura del 
					viejo vertedero y el sellado, el 7 de julio de 2011, Vivas 
					aseguró que la “segunda fase”, para crear el parque sobre el 
					basurero y valorada en 1,2 millones más, iba a salir a 
					licitación “próximamente” y que “dentro de un año” los 
					ciudadanos podrían disfrutar ya de este espacio verde. 
					 
					Algo parecido ocurrió con las que en principio fueron 140 
					viviendas protegidas para jóvenes, construidas en el Hacho. 
					De las cuatro torres proyectadas, que han sido galardonadas 
					en al menos tres ocasiones como proyecto “construido” (la 
					última el pasado mes de abril), sólo se han llegado a 
					edificar tres y 86 pisos. El proceso se dilató, de modo que 
					se necesitaron cinco años de obras, entre 2004 y 2009, y las 
					facturas por este proyecto con Acciona aún han ‘coleado’ 
					como motivo de discusión entre Caballas y el Gobierno en el 
					último Pleno ordinario de la Asamblea. A pesar de que el 
					entonces consejero de Hacienda, Francisco Márquez dijo en 
					otro pleno, en 2009, que el edificio que quedaba se 
					construiría “sin solución de continuidad”, nada se sabe 
					tampoco de este proyecto inconcluso. 
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