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					Testimonio relevante el prestado por un testigo protegido en 
					el juicio por homicidio en grado de tentativa que se sigue 
					en la Sección VI de la Audiencia Provincial contra dos 
					hombres acusados de tirotear a un sobrino del jefe de un 
					clan de la barriada Príncipe Alfonso. Reconoció sin dudas y 
					con contundencia al presunto autor de los disparos 
					efectuados contra Mohamed S. 
					 
					Un testimonio de impacto en la Sección VI de la Audiencia 
					Provincial de Cádiz en Ceuta. Así fue la declaración que 
					efectuó un testigo protegido que culpó directamente a 
					Abdelhuahed A.M. de realizar los disparos que hirieron 
					gravísimamente a Mohamed S., un sobrino del jefe de uno de 
					los clanes que imperan en la barriada Príncipe Alfonso, 
					Mohamed S. ‘El Vasco’, el día 10 de septiembre de 2010. 
					 
					Eran primeras horas de la mañana y las cosas se ponían feas 
					para los acusados, el citado Abdelhuahed, y su primo Malik, 
					M.M., éste último acusado de cooperador necesario en el 
					atentado. El testigo, cuyo sexo se desconoce puesto que la 
					voz, que sonaba a la de un hombre podría haber pertenecido a 
					una mujer, empezaba a declarar. Previamente, los abogados de 
					la defensa eran invitados a situarse en la otra punta de la 
					sala, junto a la Fiscalía y la acusación particular, para 
					asistir a la declaración, televisada. La persona, que estaba 
					en una habitación contigua en compañía del representante de 
					la Secretaría Judicial y plenamente identificada, también 
					quedaba resguardada en cuanto a su identidad por un biombo, 
					que ocultaba incluso el televisor de las miradas de todos 
					los presentes en la sala. 
					 
					Admitió conocer a uno de los acusados, a Abdelhuahed, y 
					también reconoció haber sido procesado por un delito contra 
					la salud pública. Negó tener antecedentes por delitos de 
					sangre o por falso testimonio. El presidente de la sala, el 
					magistrado Fernando Tesón, tuvo mucho cuidado a la hora de 
					permitir que se le hicieran tal tipo de preguntas 
					-advirtiendo al testigo incluso- para que no se pudiera 
					deslizar dato alguno que pudiera suponer una identificación 
					de la persona declarante. 
					 
					El testigo protegido explicó que llegó a la barriada 
					Príncipe Alfonso en torno a las 22.30 horas del 11 de 
					septiembre de 2012 para “comprar un trozo de chocolate”. 
					 
					Se encontró con un testigo clave Yahiman M.M., apodado ‘Saropa’, 
					con quien estaba realizando una compra de droga en el 
					automóvil de este último. ‘Saropa’, en caso de decir la 
					verdad el testigo protegido, habría mentido claramente ante 
					el tribunal, puesto que dijo previamente que había sido 
					encañonado por un encapuchado que le inquirió por el 
					paradero de Mohamed S., la inminente víctima. 
					 
					Según el testigo protegido, que se encontraba en el Ford de 
					‘Saropa’ comprando droga en un parking cercano a la calle 
					San Daniel -lugar de los hechos-, mientras trataba de 
					comprar la sustancia estupefaciente “empezó el tiroteo”. Él 
					conocía a Abdelhuahed, a quien le compraba hachís 
					habitualmente, pero ése día no estaba, por lo que optó por 
					tratar con ‘Saropa’. También negó conocer a Mohamed S., la 
					víctima. 
					 
					“Oí disparos y ví pasar a Mohamed Said y a Abdelhuahed, 
					disparando repetidamente. Llevaba una pistola en la mano y 
					le disparaba”, recordó el testigo protegido. 
					 
					Escuchó entre nueve y diez disparos -la víctima dijo que le 
					habían disparado unas diez veces, aunque sólo le alcanzaron 
					dos tiros, uno en el tórax y otro en un brazo- y vio que 
					llegó hasta la puerta del garaje Napoleón, donde pudo 
					refugiarse el herido. 
					 
					También es relevante el hecho de que el testigo protegido no 
					reconoció a la persona que conducía la motocicleta que 
					transportó al autor de los disparos, por lo que su 
					testimonio exculparía al otro acusado, Malik M.M. 
					 
					“Estaba de perfil, por lo que no puedo decir si era él o 
					no”, admitió el testigo protegido. 
					 
					Fue requerido de nuevo para conocer si existía algún tipo de 
					duda en cuanto al reconocimiento de Abdelhuahed A.M. como el 
					autor de los disparos que fueron realizados para acabar con 
					la vida de Mohamed S.: “No hay duda alguna”, espetó, 
					contundente. “Bajaba Abdelhuahed pistola en mano, detrás de 
					Mohamed S., que iba corriendo, y detrás había un señor en 
					una moto. No le ví, porque estaba de perfil”, añadió. 
					 
					Insistió en que desconocía quién conducía la motocicleta, al 
					parecer una Honda Dax, que transportó al autor de los 
					disparos y con la que posteriormente se dio a la fuga. 
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