| 
                     
					El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta condenó 
					ayer en firme a un año de cárcel, cinco de alejamiento de la 
					víctima y cinco de libertad vigilada a Abdelhalak A.L., de 
					46 años, por agredir sexualmente a una menor de edad. El 
					acusado se declaró culpable de haber agarrado a la víctima 
					por los pechos y haber restregado contra ella sus genitales, 
					cuando la menor entraba en el portal de su casa. 
					 
					Abdelhalak A.L., de 46 años, fue condenado ayer por el 
					titular del Juzgado de lo Penal número 2 a un año de 
					prisión, cinco de alejamiento y cinco de libertad vigilada 
					por una agresión sexual perpetrada en la persona de una 
					menor. 
					 
					La petición fiscal fue rebajada ya que el abogado defensor 
					consiguió que su cliente declarase su conformidad con los 
					cargos que se le imputaban. Los hechos ocurrieron el 17 de 
					enero de este año, cuando la menor de edad abría el portal 
					de su casa, en la calle Antioco. En ese momento, según el 
					relato de los hechos del Ministerio Fiscal, Abdelhalak A.L. 
					se acercó a ella sorpresivamente, la agarró fuertemente de 
					los pechos y restregó sus genitales contra el cuerpo de la 
					víctima. No le produjo lesiones. La víctima N.A.M. fue al 
					juicio acompañada de su madre N.M.M., aunque no fue 
					necesario que declararan. 
					 
					El juicio, como tal, estuvo a punto de celebrarse ya que 
					cuando el juez preguntó al acusado si estaba conforme con la 
					pena que se le iba a imponer -menor de la que le hubiera 
					recaído de celebrarse la vista oral- dijo que era 
					“inocente”. Automáticamente, el titular del Juzgado dijo que 
					se sentara y que comenzara la grabación del juicio, ya que 
					se iba a celebrar. Una rápida intervención del abogado 
					defensor, en un aparte con su cliente, hizo que éste 
					recapacitara y diese su conformidad a aceptar que era 
					culpable y la pena que seguidamente le iba a ser impuesta. 
					 
					Tras celebrarse el juicio y dictarse sentencia en firme, el 
					juez ordenó desalojar la sala para que pudieran marcharse la 
					víctima y su madre, que habían permanecido en una habitación 
					contigua sin ser vistas por los asistentes. 
   |