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sociedad - VIERNES, 1 DE JUNIO DE 2012


sandra junto a  su hijo. f.r.

REPORTAJE / Desalojo
 

El desahucio de una familia
‘okupa’ en San Amaro, signo
de un fenómeno que crece

Los casos de desalojo aumentan en los
juzgados de Ceuta según fuentes policiales, aunque se estima que no se debe a la crisis
 

CEUTA
Cristina Rojo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Una familia de cuatro miembros fue desalojada ayer de la vivienda donde residían desde hace cinco años tras haber permanecido allí como ‘okupas’. El Ministerio de Defensa, propietario del inmueble, ha agotado el mes de prórroga que ofreció a sus residentes. El joven matrimonio y sus dos hijos se ven ahora en la calle y sin posibilidades para encontrar alojamiento.

Sandra (28 años) y su pequeña familia, formada por su marido y dos hijos de 16 meses y 8 años, se convirtieron ayer en un ejemplo más en la creciente lista de personas desalojadas de sus viviendas por residir en ellas de manera ilegal, es decir, como ‘okupas’, de la Ciudad Autónoma. La joven ceutí, que hace hacía unas semanas había recurrido a los medios de comunicación como último recurso para buscar una solución a su situación económica, no ha conseguido encontrar un lugar alternativo donde poder reinstalarse con su marido y sus dos hijos. Un mes después de la última notificación recibida desde el juzgado, ayer poco después del mediodía, la familia abandonaba la vivienda donde han pasado los últimos cinco años, una casa baja en el barrio de San Amaro propiedad del Ministerio de Defensa en la que se arriesgaron a establecerse entonces, aún a sabiendas de que un día como ayer podría llegar en cualquier momento.

“Sabían que esto podía pasar, pero no encontraban otra solución”, decía una vecina de la barriada con lágrimas en los ojos, al ver la desesperación de Sandra y los suyos ante la inminente actuación policial. La joven desalojada, reclamaba ante los medios su trágica situación, ya que pese a tener un trabajo a media jornada, al igual que su marido, entre los dos no eran capaces de reunir más de 800 euros al mes, un dinero con el que según afirmaron no pueden hacer frente a una vivienda y los gastos de mantenimiento de la misma.

“¿Qué voy a hacer, les doy techo a mis hijos y no de comer?”, gritaba Sandra, nerviosa, respondiendo a la llamada de la Policía, orden judicial en mano, para pedirles que abandonaran la vivienda. La mujer, en su indignación, iba más allá e increpaba que “nadie” le ha ofrecido ayuda, ni siquiera Asuntos Sociales, a donde habían acudido en busca de apoyo y donde les invitaron, según explicó, a buscar una vivienda.

Una vez que la tuvieran podrían haber entrar dentro del programa de alojamiento alternativo y optar al apoyo económico de la Ciudad. “No hemos encontrado nada”, lamentaba Sandra. “No han dejado de buscar”, atestiguaba después otra lugareña que observaba la escena frente a su casa. “Lo que yo me pregunto es por qué les pasa a ellos y no a otros. ¿Es que van a tirar solo esa casa?”, comentaba otra vecina, residente en San Amaro desde su infancia. “Hay muchos más casos, aquí y en toda la ciudad”, le respondía una tercera, afirmando que ella “no tiene ningún problema con ellos”, si bien ha habido casos de okupas en los que “se ha llegado a las manos”.

La Policía Nacional corroboraba ayer que los jugados ceutíes vienen agilizando los procedimientos de desalojo en las últimas semanas, aunque esto es una práctica que según explicaban nada tiene que ver con la crisis económica, ya que cada uno de estos casos está asociado a un expediente independiente y su desarrollo puede extenderse, desde el momento en el que se presenta la denuncia, hasta un periodo de varios años.

Por su parte, uno de los representantes del Ministerio de Defensa, presente en el desalojo, explicaba que en estos momentos existe un alto número de espacios propiedad de Defensa ocupados por residentes ilegales en la ciudad. “Solamente en Loma Margarita tenemos ahora mismo unas veinte ocupaciones”, aseguró.“Este caso en concreto ha llegado hasta el Secretario de Estado, que concedió un mes más para el desalojo, pero ahora ya no se puede hacer más”. Para Defensa no es posible vigilar continuamente el estado de los aproximadamente 1.400 pisos y alrededor de 90 viviendas que pertenecen al Ministerio en la ciudad, según explicaron las fuentes presentes en el desalojo de ayer, por lo que, aunque a veces llegan a tiempo para detener a quien intenta perpetrar una ocupación antes de conseguirla, no siempre es así. “Entonces no queda más remedio que plantar una demanda y comenzar el procedimiento judicial, y esto es algo que se hace directamente desde Madrid”.

“Nosotros lo único que podemos hacer es acompañarles a Bienestar Social”, lamenta uno de los representantes de Defensa, para quien “algo no funciona” si estas drásticas soluciones son cada vez más habituales.
 

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