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El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez,
visitó ayer las instalaciones del Centro Penitenciario de
los Rosales, que tachó de “tercermundista”. El delegado
anticipó que esta sería probablemente su última visita a la
cárcel, debido a que para el año 2014 espera que estén
listas las instalaciones de la nueva prisión, a la que se ha
destinado un amplio presupuesto. Agregó además que considera
que la nueva cárcel “evitará la masificación que
habitualmente se produce en ese centro penitenciario”, en el
que a fecha de ayer se encontraban 278 el número de
reclusos, entre mujeres y hombres.
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez,
visitó ayer las instalaciones del Centro Penitenciario de
Los Rosales, una cita que tenía “pendiente” desde su toma de
posesión, tal como recordó durante la misma. “Entendí que
debía realizarla cuando se produjera el relevo en el cambio
de la dirección, con Francisco Delgado”, justificó el
delegado, quien explicó que este “estaba estructurando en
función de su criterio”.
En cuanto al centro visitado lo catalogó de “tercermundista”
y definió la experiencia de entrar en él como “dar un paso
atrás en el tiempo”. “Este centro penitenciario, donde nos
encontramos, ha dado mucho de sí y ha cumplido con creces
las expectativas, durante muchos años, pero ahora llega la
hora de su jubilación”, explicó aunque agregó que desconoce
el destino de las viejas instalaciones. “No creo que tengan
ningún fin porque es muy difícil reestructurarlo, la
inversión sería muy alta y no merecería la pena”, añadió.
El delegado anticipó que esta sería probablemente su última
visita a la cárcel, debido a que para el año 2014 espera que
estén listas las instalaciones de la nueva prisión. Así,
considera que la nueva cárcel “evitará la masificación que
habitualmente se produce en ese centro”. En ese sentido, el
delegado cifró en 278 el número actual de reclusos, entre
mujeres y hombres.
González Pérez resaltó también que para la apertura de la
nueva cárcel será necesario aumentar el personal. “No paro
de recordar que estamos en una situación económica muy grave
en nuestro país, y esto ha significado que se han tomado
medidas temporales, que no se querían tomar pero que han
sido irremediables”, apuntó. “Aunque en el ámbito de
Interior, Policía, Guardia Civil, funcionario de prisiones y
Sanidad, la congelación no es tan estricta, el aumento de
funcionarios sería importante y habrá que convocar
oposiciones para el traslado; esperemos que un par de años
estemos visitándola”, anticipó el delegado, quien resaltó
que la nueva cárcel estará “en condiciones óptimas, tanto
para funcionarios como para los internos”.
Aseguró, sin embargo, que la dimensión no era la óptima:
“Creo que su inmensidad no es la más adecuada pero se ha
hecho y hay que sacarle la mayor inversión, porque el
presupuesto es de 80 millones de euros y hay que
aprovecharlo”.
Los móviles en la cárcel
Además, recordó que ya marcó la creación de un centro
penitenciario nuevo en su agenda de trabajo cuando salió, en
el año 1993, elegido diputado.
El delegado se refirió también a la polémica surgida con la
interceptación de varios teléfonos móviles a reclusos. “Me
consta que las medidas de seguridad que se han adoptado son
extremas porque la privatización de libertad conlleva ese
aislamiento con la realidad; la ley no lo permite y los
funcionarios deben combatirlo”.
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El Contrato de Gestión del Ingesa, centrado en las
infraestructuras
El delegado del Gobierno,
Francisco Antonio González Pérez, hizo referencia al
Contrato de Gestión 2012 del Ingesa, rubricado esta semana
por los representantes ceutíes y nacionales de la
institución sanitaria. Así, el delegado explicó que las
prestaciones redundarán en el capítulo uno. “Las
infraestructuras hospitalarias son de primer nivel, pero la
parte de personal quedaba coja en algunas especialidades”,
explicó el delegado, quien apuntó que este apartado recogía
la integración del personal procedente del Hospital Militar
y la futura financiación de los MIR. “Se está planificando
una reducción de costes para optimizar los servicios, para
hacer más con menos dinero”, apostilló González. “En tiempos
pasados, sin que sea una critica, se gastaba más pudiendo
gastar menos y se utilizaban recursos muy caros; se está
buscando un equilibrio entre los servicios que hay que
prestar a la ciudadanía, así como de la calidad con el
ahorro”, concluyó.
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