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					La Cofradía de San Antonio inició ayer sus actos con motivo 
					de la próxima celebración de la onomástica del santo de 
					Padua. El primero de los actos programados fue la 
					celebración del tradicional pregón que este año ha corrido a 
					cargo de Jacobo Díaz Portillo, quién a través de su 
					exaltación trasladó la doctrina de San Antonio al mundo 
					actual e invitó a los presentes a la paz y a encender las 
					velas del Espíritu Santo. 
					Numerosos hermanos y fieles devotos de San Antonio acudieron 
					ayer tarde a la Ermita del santo de Padua para vivir juntos 
					el primero de los actos que la junta de gobierno de la 
					hermandad ha programado con motivo de la celebración, 
					próximamente, de la onomástica de santo. 
					 
					El acto, al que también acudió el presidente de la Ciudad 
					Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, así como el presidente 
					del Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta, Juan Carlos 
					Aznar, y otros miembros de las diferentes hermandades de la 
					ciudad, dio comienzo alrededor de las 19.30 horas con la 
					celebración de la Eucaristía y el rezo del responsorio, el 
					cual fue oficiado y predicado por el padre Cristóbal Flor 
					Domínguez, párroco y director espiritual de San Antonio. 
					 
					Posteriormente, y tras la intervención del coro parroquial 
					de San José, fue Jacobo Díaz Portillo quien se situó ante el 
					atril para exaltar la figura del santo de Padua. 
					 
					Con un pregón rico en versos y prosas, Díaz Portillo 
					trasladó la doctrina, el mensaje y el legado de San Antonio 
					al mundo actual y animó a los presentes a buscar la paz y a 
					encender las velas del Espíritu Santo. 
					 
					Díaz Portillo exaltó la vida del ‘Doctor Evangélico’ a 
					través de una cuidada y trabajada poesía cargada de mensaje 
					cristiano que, a buen seguro, no dejó indiferente a nadie de 
					los presentes y consiguió, a través de un relato humano, 
					resaltar la fe en San Antonio desde esa marea de sensaciones 
					entre las que se mezcla la religiosidad popular, las 
					tradiciones, las pasiones e incluso la cultura ‘caballa’. 
					 
					San Antonio, en efecto, consagró lo principal de su vida a 
					la predicación de la divina palabra, y en la forma de 
					Sermones es como han llegado hasta nosotros los destellos de 
					su sabiduría, algo que resaltó el pregonero durante su 
					exaltación, en la que quedó patente que San Antonio 
					constituye el primer eslabón de esa gloriosa y prolongada 
					cadena de doctores de la escuela franciscana, a través de 
					los cuales la teología del Seudo-Areopagita, tan bien 
					concertada con la doctrina de San Agustín, seguirá 
					alimentando la espiritualidad cristiana, siendo su máximo 
					exponente San Buenaventura, donde cristalizó en sus 
					luminosas síntesis de las relaciones del alma con el Ser 
					primero. Tras el pregón, Díaz Portillo recibió la 
					felicitación de todos los presentes y de los integrantes de 
					la junta de gobierno de la Hermandad, con Carlos Orozco, el 
					hermano mayor, a la cabeza. 
					 
					Con este primer acto, la Cofradía inicia el programa de 
					actividades que continuará el próximo martes con la 
					celebración del primer día del solemne Triduo en honor a San 
					Antonio. 
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