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					El Gobierno de Melilla ha valorado hoy el buen 
					funcionamiento que experimentó ayer el nuevo Reglamento 
					Orgánico de la Asamblea (ROA) durante la celebración del 
					pleno de control, ya que permitió evitar “situaciones 
					dantescas de épocas pasadas” y dio lugar a un debate 
					tranquilo entre los diputados. El vicepresidente primero de 
					la Ciudad Autónoma, Miguel Marín, ha subrayado además el 
					paso adelante que se ha dado en el turno de preguntas, uno 
					de los más conflictivos en las sesiones plenarias de 
					control. 
					El Gobierno de Melilla valoró ayer el buen funcionamiento 
					que experimentó ayer el nuevo Reglamento Orgánico de la 
					Asamblea (ROA) durante la celebración del pleno de control, 
					ya que permitió evitar “situaciones dantescas de épocas 
					pasadas” y dio lugar a un debate tranquilo entre los 
					diputados. 
					 
					En rueda de prensa, el vicepresidente primero de la Ciudad 
					Autónoma, Miguel Marín, ha subrayado además el paso adelante 
					que se ha dado en el turno de preguntas, uno de los más 
					conflictivos en las sesiones plenarias de control, ya que el 
					reglamento distribuye a partes iguales los seis minutos de 
					cada pregunta entre el Gobierno y la oposición. 
					 
					Marín ha dicho que el nuevo modelo de debate que se plantea 
					con las nuevas normas es mucho mejor para los propios 
					diputados y para las personas que siguen el debate, ya que 
					los plenos se desarrollan de una manera más efectiva, 
					sosegada y clara. 
					 
					Respecto al papel de los grupos de la oposición, el número 
					dos del Gobierno melillense ha aplaudido a Coalición por 
					Melilla (CPM) por mostrar su voluntad de llegar a acuerdos 
					con el Ejecutivo, planteando iniciativas sensatas, aunque 
					algunas de ellas planteen diferentes puntos de vista y 
					posicionamientos entre las dos partes. 
					 
					Por el contrario, ha criticado la actitud de los dos grupos 
					minoritarios, PSOE y Populares en Libertad (PPL), de los que 
					ha dicho que “convergen en esa radicalidad y confrontación” 
					con el Gobierno, al que rechazan todas sus propuestas. 
					 
					Marín ha rechazado especialmente el papel del portavoz de 
					PPL, Julio Liarte, al que ha reprochado que se dedique a 
					“arremeter continuamente” y no realizar propuestas 
					constructivas, acudiendo a los plenos de manera 
					indocumentada y sin haber trabajado ni estudiado los temas 
					de debate.  
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