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                     O cuando menos tolerada y lo que 
					más debe alarmarnos es que quedaran en libertad todos los 
					inmigrantes de los incidentes de Bermudo Soriano, casi antes 
					de que saliera del hospital el policía que fue herido por 
					una pedrada. 
					 
					Y no me cabe ninguna duda de que los inmigrantes fueron 
					puestos en libertad porque las leyes así lo reclaman, con lo 
					que queda claro algo:”Muchas de nuestras leyes tendrán que 
					ser reformadas o puestas al día”. 
					 
					Pero además, detrás de todos estos incidentes se esconde 
					algo que, a simple vista, se nos escapa a los ciudadanos de 
					a pie. 
					 
					Y malo es que desde determinadas áreas se empiecen a ver 
					“reinos de taifas” entre los propios inmigrantes y peor, 
					todavía, es que haya actuaciones no de “trigo limpio”, sino 
					de grupos muy cercanos a la mafia y que hacen de los 
					inmigrantes que “tenemos” en Ceuta, unos de primera y otros 
					de segunda o servidores suyos. 
					 
					No está mal que cada uno busque un lugar “al sol” y eso es 
					lo que se detecta en la forma de actuar, a diario, en las 
					inmediaciones de las grandes superficies, pero lo que ni 
					debe cuadrar, ni mucho menos tolerarse, es que a cada uno se 
					le exija aportar, no sé si a los jerifaltes o a una “bolsa 
					común” y si no se aporta que se atenga a las consecuencias. 
					 
					Por ahí ya no vamos bien y si ayer yo decía, en esta misma 
					columna, que había que atajar esto, ahora lo tengo que 
					repetir y, además, pedir a las principales autoridades que 
					corten esto de raíz y que se vaya eliminando, cada día un 
					poco más, el número de inmigrantes que dominan gran parte de 
					nuestro territorio de tan sólo 18 kilómetros cuadrados. 
					 
					El CNP llevó a cabo las diligencias pertinentes y puso a los 
					inmigrantes a disposición judicial. Aquí había terminado la 
					perfecta labor policial, que primero se la había jugado, al 
					haber llegado a ser herido alguno de los propios policías. 
					 
					A partir de aquí ya era cosa de otro organismo, de la 
					Justicia y el Juzgado número 2 dejó en libertad a los 
					inmigrantes, a primeras horas de la tarde. 
					 
					En definitiva, mucho ruido y casi no había nueces. 
					 
					¿Y a partir de ahora qué?. Esperemos que los incidentes no 
					vuelvan a producirse, pero eso sería extraño, por cuanto 
					algunos de estos grupos actúan con mucha violencia, y si a 
					estos, que armaron tanto alboroto, les ha ido bien, en la 
					jugada, los otros ya tienen el espejo en el que fijarse para 
					próximas actuaciones. Es incomprensible, pero las leyes son 
					como son y mientras no se modifiquen nos podemos encontrar, 
					a cada instante, y en cualquier parte, con hechos similares. 
					 
					Y volviendo a la pelea, lo más llamativo es que parece que 
					estos alborotos se produjeron en una zona, por un 
					supermercado que, aún no tenía “dueños de trabajo”, o lo que 
					es lo mismo, que no pertenecía a ningún grupo. 
					 
					A mí ya no me extraña, con actuaciones de este tipo, lo bien 
					informados que están estos inmigrantes de nuestras leyes, lo 
					bien que conocen que en hechos de este tipo no van a tener 
					problemas y lo bien que saben que salvo en casos de alguna 
					desgracia o cuando haya delitos de sangre, salvo en esto, 
					irán a la calle, seguirán a su aire y Ceuta les tendrá que 
					seguir soportando. 
					 
					Llegados a este punto y que nadie se me escandalice, se 
					podría comprender que la mismísima Policía se abstuviera de 
					intervenir, en casos de este tipo, porque jugarse su propia 
					integridad, sabiendo que es para nada, no parece compensar 
					demasiado. Afortunadamente, eso sí, tenemos una Policía 
					competente y aun sabiendo que de poco sirve, estará donde 
					tiene que estar. Eso lo podemos tener seguro. 
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