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sucesos - VIERNES, 8 DE JUNIO DE 2012


estación marítima. archivo.

droga
 

Una mujer exculpa a su hermana y confiesa que traficó con hachís

Una joven reincidente en el delito contra la
salud pública se confiesa autora de un intento de ‘pase’ de hachís a la península y proclama que su hermana es inocente
 

CEUTA
El Pueblo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Hermanas pero con distintos apellidos. Hermanas y acusadas ambas de tráfico de drogas, aunque sólo una de ellas era culpable y así se declaró. Suad A.T. exculpó a Lamia T.A. de transportar en su vehículo veinte kilogramos de hachís, indicando ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 que había sido ella la que aprovechándose de la confianza de su hermana había introducido la droga en el coche. La Fiscalía también apreció las circunstancias concurrentes y decidió pedir una pena menor para la culpable y la absolución para la inocente. La juez también apreció cooperación con la justicia.

Suad A.T. fue condenada ayer a una pena de prisión por tráfico de drogas después de que exculpara a su hermana, con la que trató de viajar a la península transportando un cargamento de unos veinte kilogramos de hachís.

Comparecía ayer Suad junto con su hermana Lamia T.A. ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta para responder ante la justicia por un delito contra la salud pública. Son hermanas, pero con distintos apellidos, tal y como se constató en la vista oral.

El día 30 de marzo, ambas fueron detenidas en el coche de Lamia, en el que fueron descubiertos 20.008 gramos de hachís, con un índice de tetrahidrocannabinol (THC, principio activo del hachís) cifrado por los peritos en un 19,94%. El valor de la droga era de 27.811 euros, según se estimó por parte judicial.

Ambas entraron en la sala de vistas de la segunda planta del edificio Ceuta Center sin esposar, sin mirarse, sin hablarse entre ellas y sentándose cada una en un banquillo, como si fueran desconocidas. Lo habitual es que, en casos de tráfico de drogas, las personas acusadas acepten la pena que se les impone de conformidad, ya que obtienen beneficios. Sin embargo, en este caso, Suad quería que exculpasen a su hermana, inocente del delito, y cargar con la culpa.

Suad explicó que la droga no era suya, y que su cometido era transportarla a la península, aprovechándose de la confianza de su hermana, que habitualmente le prestaba el coche, un Seat Toledo. Le iban a pagar 6.000 euros, por el transporte de la sustancia estupefaciente.

Las cosas no pintaban bien para ninguna de las dos, ya que, atendiendo a la circunstancia de que el juicio se iba a celebrar sin conformidad en cuanto a la comisión del delito contra la salud pública, la Fiscalía pedía penas inusualmente altas.

En concreto, Lamia, que posteriormente sería declarada inocente y absuelta, se enfrentaba a una pena de tres años y seis meses de prisión, así como una multa de 107.794 euros, conmutables por 180 días de cárcel. Lo normal en casos de conformidad es que la multa sea ‘canjeada’ por tres días de privación de libertad.

En el caso de Suad A.T., aún era peor, si se tiene en cuenta que era reincidente en el tráfico de drogas. Se le pedían inicialmente tres años y once meses de prisión, así como una multa de 143.724 euros, conmutables por 180 días de cárcel. Se pedía igualmente el decomiso del vehículo, propiedad de Lamia, y que ambas pagaran además las cosas procesales al cincuenta por ciento. Dadas las circunstancias, ambas declinaron la conformidad y se prestaron a declarar ante la jueza.

Suad dijo que ella tenía conocimiento de que el coche de su hermana estaba cargado de droga, escondida, y que había aceptado transportarla a la península por la cantidad de dinero anteriormente citada, un millón de las antiguas pesetas. Aprovechándose de la confianza que su hermana había depositado en ella, cogió el coche, se hizo con la droga, la escondió en el vehículo de tal forma que Lamia no sospechó nada, y finalmente decidieron emprender juntas un viaje a la península que no llegaría a producirse.

La declaración posterior de Lamia fue muy breve. Dijo que ella desconocía todo lo que estaba ocurriendo, que le prestó como era habitual el coche a su hermana, que posteriormente la recogió junto a su casa y que se dirigieron al puerto para adquirir los billetes y cruzar el Estrecho. La detención fue realizada por la Guardia Civil. El representante del Ministerio Fiscal, dadas las circunstancias y el atenuante de cooperación con la justicia, decidió rebajar la pena. Por un lado, solicitó tres años y nueve meses de prisión para Suad, así como una multa de 69.527,50 euros, conmutables por tres días de prisión. Lamia quedaría absuelta.

Así lo entendió la juez, quien dictó sentencia en firme al término del procedimiento, aunque no obstante advirtió a Lamia que existían sospechas sobre ella, aun cuando no pudiera probarse su culpabilidad. Dado que el vehículo le pertenecía a ella y no a su hermana, que había confesado que introdujo la droga en una zona de difícil acceso y bien oculta, tampoco se produjo el decomiso del vehículo. De hecho, al terminar la vista se hicieron gestiones para que lo pudiera recuperar.

Por su parte, a Suad le espera la cárcel. No en vano, fue condenada por el mismo juzgado de lo Penal el día 16 de septiembre de 2010 a una pena de tres años y un día de prisión así como al pago de 4.323 euros de multa por un delito contra la salud pública. La mujer estuvo sollozando quedamente durante toda la recta final de la vista. Las dos hermanas no se miraron siquiera.
 


Una sentencia benévola por cooperación con la justicia

Si bien las penas que pedía la Fiscalía al inicio del juicio eran inusualmente duras para ambas acusadas, lo cierto es que están amparadas plenamente por el Código Penal. Ahora bien, lo habitual en los juzgados de lo Penal en Ceuta cuando se celebran vistas por delitos contra la salud pública es que abogados y fiscales hablen antes del juicio, se reconozca el delito por parte del acusado y se rebaje sustancialmente la petición del Ministerio Fiscal. En caso contrario, y de ser declarados culpables los acusados, las penas son mucho mayores. En el caso ocurrido ayer, el hecho de no haber conformidad inicial se debía al intento de Suad de poder exculpar a su hermana Lamia, lo que fue plenamente comprendido por la Fiscalía y también por la juzgadora.
 

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