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					Todo el que pasó ayer por el Muelle de Levante no pudo 
					evitar fotografiarse con el ‘mega yate’ Katara de fondo. El 
					barco, que pertenece a la familiar real de Qatar, llegó al 
					mediodía a la ciudad de imprevisto, y como alternativa a 
					Gibraltar donde no le pudieron suministrar combustible, para 
					repostar 500.000 litros de gasoil con Vilma Oil. 
					 
					Este es uno de los yates más grandes del mundo, con 124,4 
					metros de eslora y una manga de 19,50 metros, además de ser 
					el más voluminoso que ha parado en Ceuta. Para estar a 
					punto, el Katara cuenta con una tripulación de 66 personas y 
					su capitán es David Richard.  
					 
					En su esfuerzo por atraer a este tipo de yates, la Autoridad 
					Portuaria dispuso que a las defensas (negras) que están en 
					los atraques se las cubriera con unas protecciones blancas 
					para que el yate no se manche su costado.  
					 
					Helipuerto propio 
					 
					El yate, cuyo destino era Barcelona, llegó consignado por la 
					empresa José Salama, y pasó varias horas en la ciudad. La 
					empresa alemana ‘Lurssen Yachts’ fue la encargada de 
					fabricar este buque que fue botado en 2010, cuenta con cinco 
					alturas, y tiene hasta un helipuerto propio.  
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