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					“La Enfermería no entiende de gestión política, sino de 
					atención sanitaria; si la ley contempla que atendamos a la 
					población marroquí, la atendemos, pero exigimos medios 
					humanos y materiales suficientes”. Emilio Barrientos, de 
					SATSE, explica de este modo cuál es la postura del Sindicato 
					de Enfermería a la hora de atender a la población 
					extranjera. Del mismo modo opinan el resto de sindicatos, a 
					los que le parece “inviable” -tal como destaca Malika Al-Lal, 
					de CSI-F-, la propuesta de la senadora Luz Elena Sanín de 
					requisar los pasaportes a las mujeres transfronterizas 
					embarazadas para garantizar el pago a terceros. “Hay que 
					buscar otras alternativas, propuestas constitucionales y 
					medidas legales”, apuntan CSI-F y USO. Javier Montero, de 
					este último sindicato, señala que “no se les puede dejar de 
					atender” y que las alternativas deben venir siempre de la 
					mano “de la legalidad”. “Este problema lo llevamos 
					denunciando mucho tiempo; no estamos para excluir, pero el 
					presupuesto no debe ceñirse a la población de Ceuta, sino 
					contemplar también a las personas fronterizas”, apostilla 
					Juan Carlos Fontalba. 
					 
					“Se debe diferenciar, además -matiza Ángel Lara, de CCOO-, 
					entre las personas transfronterizas con contratos y 
					cotizando para España de quienes no trabajan. Está claro que 
					si cotizan es innegociable su derecho y el de sus familias a 
					la sanidad”. 
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