PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 22 DE JUNIO DE 2012

 

OPINIÓN / ESCRITOS CABALLAS

Un dia inolvidable
 


Javier Chellarám
javierchellaram@elpueblodeceuta.com

 

Como no sabía por donde tirar, con las dudas de empezar el artículo, me encuentro algunos apuntes tirados por mi escritorio en el ordenador, y había una frase que decía así “ un día inolvidable” y fue aquel día precioso, divino, y que será irrepetible , cuando me hicieron Legionario de Honor.

Aquel verano, era un día soleado y donde me acerqué a García Aldave, como un pollito, nervioso y donde veía a los Caballeros Legionarios enormes, grandes e impresionantes, y donde me saludó el Coronel del Tercio, siendo entonces don Juan Manuel Roel Fernandez.

Diez años de Roel, tenía apuntado en el trozo de papel, porque el Coronel a las dos semanas, también cesaba en el mando del Tercio, al cumplir el ciclo reglamentario de mando al Regimiento.

Si dicen que las lágrimas se acaban, que las mejillas se secan, siempre quedarán algunas en la recámara ,para recordar con el corazón partido, cualquier momento de emoción, y de esas muchas SE LAS QUEDA LA LEGION.

Ahora que me echan en cara, el haber dedicado parte de mi vida A LA LEGION, ahora que todo es malo, que nada vale, que todos mis esfuerzos y dedicaciones, traducidos en unas líneas que fueron publicadas para la población ceuti, y de reconocimiento a las FUERZAS ARMADAS, ahora de la peor astilla, que es el del propio palo, se demuestra que los idolos son de barro, y que la Gloria alcanzada, es EFIMERA.

Cuando escuché aquel 8 de Junio de 2002, y vaya faena, la que me ha dado la vida, diez años después, aunque de los errores se aprende y son sufrimientos, que se encuentra uno en el camino... pues aquel dia de hace diez años, salí al Patio de Armas, a recoger mi Titulo, y darnos un Fuerte Abrazo Legionario, de manos del Coronel Roel, y seguidamente cuadrarme, ante el Comandante General Lopez de Olmedo, no sin antes recibir el CHAPIRI, el gorrillo Legionario, el Coronel Roel, era tan Legionario y tan diferente, que no me lo puso y me lo dió, así mismo, eligió solemnemente a Francisco Sanchez Menchen, para la Corona y Oración a los Caidos, y donde se ponga Paco Menchen... que no se ponga nadie, en eso de la Oración a los Caídos.

Me acompañaron aquel día, el General Hernandez, Idelfonso Alvarez, Francisco Sanchez Menchen, y algunos mas que por no dejarme olvidados, los tengo en la memoria por si acaso.

Tan bello fue el desfile, que salía el mono subido a lomos del carnero, y jamás se ha repetido tan bella estampa, mis hijas Barbara y Natalia con sus melenas al viento, un simbolo de amor.

La vida da vueltas, y vueltas da la vida, a las dos semanas de aquel bello acto, y que hoy recuerdo con mucho sentimiento, tanto que no veo ahora las letras del ordenador, por la diferencia al celebrar los diez años, que el Coronel Roel, en su despedida del Mando, no pudo terminar las palabras que llevaba en el discurso, el Subteniente Aznar, le indicaba el renglón, pero mi Coronel, rompió a llorar, y le dimos el aplauso más largo y bonito que he visto en mi vida, mientras el procuraba mantenerse firme y erguido a la vera del General Lopez de Olmedo.

Al poco tiempo, hicimos un afecto y una amistad muy bonita, y otra vez escribiendo esto, he de reconocer que mi Coronel Roel, es para mi COMO UN PADRE, y le pregunté como acababa el discurso, tan bello detalle Legionario, que un día al llegar a mi encuentro, me regaló el discurso, que decía asi, como Nuestro Recuerdo y agradecimiento a nuestras mujeres y nuestros hijos, por los destinos y traslados que nos ha dado la vida militar.

Un período de tiempo después, comentaba yo con otro Coronel del Tercio, las lágrimas de despedida de Roel, que aquello era muy emotivo, la respuesta que me dejó extrañado, fue “un Coronel del Tercio”, no PUEDE LLORAR..., y el silencio se hizo entre nosotros....

Despedida de este Coronel, besa la Bandera, llegamos al Salón del Principe, y en sus palabras de despedida, termina sus palabras, y con la mirada al techo del salón, los ojos enrojecidos, y las lagrimas esperando la orden del corazón para salir.

Mi opinión, como entusiasta, y amante de La Legión, es que La Legión se siente, se sufre, te impregna de su Espiritu, y cuando DEJAS EL MANDO, dejas tu vida, un recuerdo INOLVIDABLE,.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto