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					La Gendarmería de Marruecos repelió ayer una “avalancha” de 
					entre trescientos y quinientos inmigrantes de origen 
					subsahariano que, a la vez, pretendido acercarse a la valla 
					fronteriza de Melilla. La presión de la inmigración 
					clandestina se parece mucho a la vivida junto al perímetro 
					de las dos ciudades autónomas a finales de 2005. En los 
					asaltos a las vallas registrados entre septiembre y octubre 
					de ese año, en avalanchas de cientos de subsaharianos, 
					murieron al menos 13 de ellos. 
					 
					Según informó ayer a los periodistas el delegado del 
					Gobierno en la ciudad autónoma, Abdelmalik El Barkani, el 
					intento de entrada se produjo en torno a las 4.30 horas, en 
					la zona próxima al puesto fronterizo de Barrio Chino, el 
					mismo lugar en el que se han registrado otras tentativas en 
					las últimas semanas. 
					 
					El Barkani explicado que los servicios de alerta de la 
					Guardia Civil comprobaron movimientos de bolsas de 
					inmigrantes en zonas cercanas a la valla, si bien la 
					colaboración de los agentes marroquíes ha evitado que 
					alcanzaran su objetivo de aproximarse al perímetro. “No han 
					llegado a la valla”, afirmó el delegado, quien ha dicho que 
					el número de entre 400 y 500 es la cifra total de 
					inmigrantes que se estima que existe en las cercanías de la 
					ciudad. 
					 
					Aunque el intento de entrada fue en la zona de Barrio Chino, 
					posteriormente y como sucede en estos casos, hubo 
					movimientos por otras zonas, aunque más dispersos. 
					 
					El Barkani aseguró que, dada la presencia de subsaharianos 
					en suelo marroquí, en localidades próximas a Melilla, estos 
					conatos de entrada van a ser “la tónica”, aunque ha 
					insistido en la “magnífica colaboración” que está prestando 
					Marruecos en el control de la inmigración ilegal.  
					 
					Algo parecido se da en Ceuta, donde no se descartan 
					avalanchas masivas de subsaharianos, que en este caso, han 
					pasado el invierno en los bosques de la zona de Wad Marsha, 
					cerca de Perejil. Según señaló el miércoles el delegado del 
					Gobierno, Francisco Antonio González, en lo que va de año, 
					las autoridades marroquíes han interceptado a un millar de 
					inmigrantes ilegales con destino a Ceuta. 
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