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                     Los españoles no albergamos duda 
					alguna respecto a una tasa de desempleo que ha crecido 
					exponencialmente en los últimos años como consecuencia 
					directa de la incapacidad demostrada por un Ejecutivo de la 
					nación liderado por José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo 
					Pérez Rubalcaba. Cifras que propiciaron la retirada 
					mayoritaria de la confianza depositada por los españoles en 
					las últimas Elecciones celebradas llevando al partido 
					socialista a cosechar los peores resultados electorales de 
					toda su historia. 
					 
					La cifra de parados en España en el último año según la 
					Encuesta de Población Activa elaborada por el Instituto 
					Nacional de Estadística se acercaba a los 5.273.600 y la 
					tasa de paro se acercó al 23%, el doble de la media 
					existente en la Unión Europea. El número de hogares con 
					todos sus miembros activos en paro se situaba en 1.575.000 y 
					la tasa de paro juvenil rozaba el 50%. El empleo destruido 
					en España desde el cuarto trimestre de 2007 era de 2.669.400 
					empleos y el porcentaje de trabajadores temporales en España 
					alcanzaba el 25%, uno de los más elevados de la UE. 
					 
					Los últimos datos conocidos confirman una cambio en la 
					tendencia existente hasta el momento puesto que son tres 
					meses consecutivos de bajada del desempleo situándose las 
					cifras cosechadas en el mes de junio en las mejores de la 
					serie histórica iniciada en 1996. Según los datos ofrecidos 
					por la EPA el paro ha descendido en 98.853 personas, lo que 
					supone un 2,1%. A pesar de los datos esperanzadores 
					alcanzados debemos ser plenamente conscientes de una 
					situación catastrófica en la que 4.615.269 desempleados 
					buscan trabajo en la actualidad. 
					 
					Algunos han enmarcado estas cifras en un hecho 
					exclusivamente estacional cuando la realidad no es 
					totalmente exacta puesto que la mejoría arranca desde el 
					pasado mes de abril. Por tanto, las contrataciones no se han 
					producido como consecuencia del comienzo de la época estival 
					sino en respuesta a las numerosas medidas adoptadas por el 
					nuevo Ejecutivo a pesar de las críticas constantes 
					provenientes de la izquierda española, la misma que 
					permaneció en el más absoluto silencio mientras el mercado 
					laboral español se precipitaba al mayor desastre de nuestra 
					historia democrática. 
					 
					No obstante, la prudencia debe ser la nota predominante en 
					unos momentos en los que las cifras cosechadas en los tres 
					últimos meses denotan un cambio en la tendencia hasta ahora 
					existente. Unos datos que además señalan un descenso del 
					paro en ambos sexos de tal forma que, a fecha de hoy, 
					nuestro país registra 2.330.998 mujeres buscando trabajo y 
					2.284.271 hombres haciendo lo propio. En cuanto a 
					comunidades autónomas 17 presentan bajada en las cifras de 
					desempleo situándose Andalucía como la más beneficiada. 
					 
					A pesar de estas buenas noticias debemos esperar hasta el 
					próximo mes de septiembre para comprobar si continúa la 
					tendencia alcista en las contrataciones. La prudencia debe 
					ser la nota predominante en estos momentos, pero no por ello 
					debemos silenciar unas cifras altamente beneficiosas para 
					una sociedad asolada por las altas cifras en el número de 
					desempleados. En definitiva, los ciudadanos debemos 
					congratularnos con unas informaciones que muestran los 
					resultados de la labor desarrollada en los últimos meses. 
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