Hace escaso tiempo, mes y medio,
más o menos, leí lo que decía Manuel Olivencia -en
una entrevista- sobre las autonomías. “He escrito alguna vez
que las autonomías han sido una máquina de gastar dinero, y
aquí quiero hacer un paréntesis. Para señalar que un ejemplo
de buena administración es la Ciudad Autonómica de Ceuta,
donde a pesar de la deuda, es una ciudad bien administrada
con una política correcta”.
A estas alturas, como comprenderán ustedes, poner en duda la
categoría profesional y personal de don Manuel sería cosa de
loco. Tampoco creo necesario, faltaría más, recordarles a
ustedes quién es y qué significa este Catedrático de Derecho
Mercantil. Ni mucho menos ponerme a enumerar los cargos de
enormes responsabilidades que ha ocupado hasta ahora tan
insigne persona.
Persona inteligente. Y las personas inteligentes suelen
tener, como las que andamos cortitos de mollera, sus
debilidades. Y esas debilidades les hacen, en ocasiones,
aseverar hechos que no se corresponden con la realidad. Y la
realidad es que en esta ciudad no se han administrado bien
los dineros que han ido llegando durante la cohabitación PP-PSOE.
Nunca antes, ni siquiera durante el Gobierno presidido por
Aznar (de hecho, el GIL gobernó porque Aznar no se
preocupó de los problemas de Ceuta. Son declaraciones de una
autoridad que anidan en la hemeroteca), esta ciudad fue tan
bien atendida en lo crematístico por parte del Gobierno
Central. Como tampoco hubo un Delegado del Gobierno tan
dispuesto a ir cogido del brazo del alcalde. Cual si fuera
correligionario suyo.
Me estoy refiriendo a José Fernández Chacón. A quien
no se le debe privar del reconocimiento por los servicios
prestados a Vivas y por tanto a la ciudad; sin dejar, eso
sí, de hacer pública la pérdida del oremus, como delegado,
que tuvo en sus últimos meses.
Como bien dice Francisco Antonio González, a quien
quiera prestarle oído, ojalá él hubiera accedido al cargo de
Delegado del Gobierno, años atrás. Cuando había dinero. No
ha mucho tuve yo la ocasión de empaparme al respecto. Ante
la atenta mirada de Francisco Verdú: Jefe de
Gabinete.
Resumiendo: que cualquier escribano hecha un borrón y don
Manuel Olivencia, llevado por su cariño a Ceuta y a su
alcalde, erró en su parecer. Lo cual tampoco es para que tan
grande hombre pierda un ápice de su fama ganada a pulso.
Cosas peores se han visto. Y se verán. Claro que sí.
Bueno, ya las estamos viendo. Por ejemplo: la patronal
augura 230 despidos en el sector privado por la subida de
impuestos de Vivas. Y el presidente de la CECE, Rafael
Montero Ávalos, grita a los cuatro vientos que “la
Ciudad no debería exigir más” mientras no rentabilice sus
inversiones ni cometa locuras cual alquileres con locales
vacíos… Y pide que el Ayuntamiento se gestione como
cualquier empresa… Es decir, bien. Espero que las
declaraciones sean leídas por el señor Olivencia.
Pero hay más, en medio de esta incertidumbre que nos
angustia, donde cada viernes se espera con terror el
comunicado de Mariano Rajoy, uno no entiende que la
secretaria general del PP -de Ceuta- se guste diciendo que
los recortes son justos. ¿Justo es quitarle dinero a los
parados?
Señora, si usted cree que la justicia radica en que haya
familias que no tengan ni para poner la olla, apaga y
vámonos. ¡Qué tropa!
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