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                     Determinados iluminados del poder 
					político español de todas las jerarquías, creen estar por 
					encima del bien y del mal. Si pienso y opino así, es porque 
					después de observar el discurrir de esos señores en este 
					periodo denominado por ellos democrático. Es más que 
					evidente, que cuando se encuentran en la oposición política, 
					están detrás de la mata alineándose por conveniencia propia 
					y la de sus siglas con las capas menos favorecidas, 
					realizando toda clase de tretas y hasta compran ciertas 
					voluntades, con la única intención de alcanzar el poder en 
					los comicios electorales más inmediatos. 
					 
					Pero lamentablemente una vez que lo consiguen, como es el 
					caso de Mariano Rajoy, el que tras conseguir la presidencia 
					del Gobierno español, en poco más de seis meses que lleva 
					dirigiendo a este país, ha demostrando más que sobradamente, 
					cumplir literalmente la letra del fandango de ‘El Cabrero’ 
					que dice: “Muchos prometen la luna hasta llegar al poder, y 
					cuando arriba se ven, no escuchan quejas ninguna y te tratan 
					con el pie”. 
					 
					El excelentísimo Rajoy ha actuado así junto a los suyos del 
					Gobierno y de las ejecutivas del PP contra los intereses 
					generales de la población, hasta el punto, que en tan corto 
					periodo de tiempo, están santificando políticamente a su 
					antecesor en el cargo, el socialista del PSOE José Luis 
					Rodríguez Zapatero. Político este último al que desde mi 
					situación en la otra orilla de los poderes establecidos, 
					donde permanezco, no lo vestí de blanco sino que lo pinté 
					hasta de torero junto a ciertos miembros de su cuadrilla. Y 
					les di cera de la buena por todos los flancos, a través de 
					mis tribunas de opinión, donde plasmaba en negro sobre 
					blanco, mi sentir y pensar, sobre ciertos de sus 
					desafortunados procederes políticos.  
					 
					No obstante, si Zapatero escondió la crisis. Mariano Rajoy, 
					por su parte, al ser un creyente político del Partido 
					Popular procedente de la rancia derecha española, saca sin 
					ningún pudor a la luz sus promesas políticas incumplidas, 
					haciendo un viraje desde la oposición al poder como del día 
					a la noche, validando más que nunca la frase dicha por el 
					diplomático y escritor español Diego de Saavedra Fajardo, 
					siguiente: “Todo el estudio de los políticos se emplea en 
					cubrirle el rostro a la mentira para que parezca verdad, 
					disimulando el engaño y disfrazando los designios”.  
					 
					Siendo eso último, la sensación imperante en ciertas masas 
					significativas del pueblo sobre Rajoy, y no precisamente de 
					la izquierda política, porque don Mariano presuntamente le 
					robó la cartera a todos sus votantes. Prueba de ello, es que 
					estando en la oposición política hasta hace dos telediarios, 
					prometió que bajaría el IVA, pero cuando ha alcanzado el 
					poder ha hecho todo lo contrario de forma injusta, dejando 
					al pueblo honrado, contribuyente y trabajador sin plumas y 
					cacareando en la más ruin de las miserias.  
					 
					Provocando el pasado miércoles en el Congreso de los 
					Diputados, al anunciar los mayores recortes habidos en esta 
					democracia. Que una vez finalizada la disertación, le 
					tributaran sus palmeros una sonora ovación desde los escaños 
					del hemiciclo. Menos mal, que Rajoy no era Manolete, porque 
					lo hubieran sacado a hombros, y hasta hubiera sido vitoreado 
					por los hambrientos leones apostados en la puerta principal 
					de las Cortes. 
					 
					Por el contrario, al provocar esos recortes grandes alarmas 
					en la población, determinados funcionarios públicos, tras 
					conocer que no percibirían la próxima paga de Navidad, 
					fueron los primeros en mostrar espontáneamente su 
					disconformidad. Saltando más protestas contra esas medidas 
					recaudatorias, en el discurrir de las horas y días 
					posteriores, siendo abucheados e increpados también 
					determinados altos cargos políticos en determinados lugares, 
					donde hicieron acto de presencia para inaugurar hasta una 
					farola. 
					 
					Pero si los funcionarios están que trinan, por pagar las 
					consecuencias de tanto despilfarros y malas gestiones, de 
					ciertos políticos de este y anteriores gobiernos estatales, 
					autonómicos y municipales. El resto de los trabajadores 
					civiles y pensionistas agonizan, porque el PP ha agrandado 
					enormemente las diferencias sociales. Con el agravante, 
					además, que muchos de los que han provocado este desastre 
					económico, político y social se irán de rositas, cuando lo 
					más lógico sería que fueran todos procesados. 
					 
					Y si algunas de las medidas anunciadas para recortar gastos 
					ya han entrado en vigor, porque “nos encontramos en una 
					situación extremadamente grave”, según dijo Rajoy. Lo que 
					debería hacer don Mariano, es recortar de forma urgente y 
					express en la Casa Real, eliminando a continuación el Senado 
					por ser inservible, así como, recortar de forma inminente el 
					30% de los concejales sobrantes. Pero si espera tres años 
					para hacerlo, me suena a camelo el anuncio de Rajoy del 
					recorte previsto de concejales.  
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