PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 17 DE JULIO DE 2012

 
OPINIÓN / ANALISIS

Perfiles de la Virgen del Carmen en el atardecer

Por Nuria de Madariaga


Hoy pienso que nunca es tan bella la Santísima Virgen del Carmen que vista de perfil cuando inicia su sagrado deambular desde el interior del Santuario de la Virgen Templaria, esa Reina de Africa hierática en el misticismo de sus rígidos pliegues góticos. Una Virgen del norte que llegó por los mares custodiada por sus hijos del Temple, mientras que la Señora del Carmen es del sur, meridional, con el Niño en los brazos y en la mano de Jesús, como ofrenda de amor, una rosa roja.

Es lo bueno de que pasen los años, crezcas y cada vez “te des más cuenta” y se sea capaz de atrapar y guardar nuevos matices y lanzar nuevas preguntas cómo ¿Soplaron ayer los vientos de levante en el Estrecho para hacer más variables los colores de las olas y que así fueran más hermosos al paso de la Estrella de los Mares? Pura sincronicidad, al atardecer refrescaba, nada de calorinas ni los temibles vientos del sofocante Terral del litoral malagueño y en la plaza de Africa los inmensos magnolios, serenos y altivos a punto de florecer y las acacias cuajadas de copos blancos y rosa, festín para los sentidos, sombra de araucarias, palmeras añosas libres del picudo rojo por intercesión de la Virgen y bancos recoletos de piedra para sentarse a mirar y sentir lo que se está mirando.

¿Qué mejor escenario para recibir a María y al Niño? Los hijos de la Virgen del Carmen con calzón y camiseta azul, ellos y ellas, al igual que los marineros de blanco níveo y las damas de la Compañía del Mar con elegantes gorras y uniforme con tacones, ideales... La Estrella aparece sobre una barca que es un bouquet de flores o el fragmento de un jardín florido hurtado a cualquier cuadro impresionista de Monet. Barca de flores que se balancea suavemente al paso de los porteadores, delante unos seres que no se sabe si son ángeles o son niñas con canastillos llenos de pétalos para rociar con ellos a la Madre. Ya se sabe cómo son los ángeles y cómo son los niños que cuando dicen pétalo o piensan en pétalo están diciendo “beso” y pensando en los besos de sus madres.

Miré y vi el lindo perfil clásico de María sobre el fondo del arbolado de la Plaza de Africa ¡Qué preciosa imagen y que bella túnica orlada de un festón dorado al oro viejo que resplandecía como el fuego a la luz del atardecer! Más adelante el perfil y de fondo el cielo de un celeste que se iba tiñendo de malva y que anunciaba la hora violeta, por más que tras las montañas jugaran reflejos asalmonados capaces de hacer palidecer de envidia a la paleta de cualquier pintor del más puro impresionismo. Levante sí, pero nubes pocas y niebla ninguna, unos jironcillos de bruma salobre y húmeda, simple anécdota climatológica, excusa para refrescar las plumas de las gaviotas y vigorizarlas en la festividad solemne de cada año a la que siempre son invitadas de honor (ya se sabe que las gaviotas sienten una gran devoción por la Estrella de los Mares) de hecho apuesten cualquier cosa a que el hecho de que el Niño Jesús llevara en la mano una rosa roja, reventona y aterciopelada fue cosa de algún ave que se coló en el Santuario para dejársela y que el pequeño jugara con ella. Al igual que fuentes de toda solvencia han confirmado a esta escribidora que los dos rosarios que penden de la mano de la Virgen son un obsequio adquirido por pública cuestación por una bandada de gorriones que revolotean por el Santuario.

¿Y el tercer perfil de la Virgen del Carmen? Tal vez el más bello ya que como fondo tenía el ondear de la bandera rojigualda que preside el elegante edificio de la Comandancia de Ceuta. Algo natural porque España ha sido y es la tierra de María Santísima y gracias a Su divina intercesión, loado sea Dios, vencimos en las Navas de Tolosa y en mil batallas que los acobardados gobernantes parecen omitir del calendario. ¿A que son auténticos babosos? Les cuelgan más babas que a los caracoles.

Pero en esta ocasión solemne nada malo se puede decir de quienes nos gobiernan porque en la Ceuta mariana y Española, devota y marinera, no existe ocasión que se tercie en la que no se apañe una protocolaria procesión o un desfile con todas las de la ley al que no acudan absolutamente todos los representantes del pueblo soberano, en este caso exceptuando a Aróstegui que se confiesa ateo (derecho tiene a postularse cómo quiera) y los islámicos de la oposición, no así numerosos turistas de Marruecos que seguían el acto con interés y filmando con cámaras de vídeo y con teléfonos móviles demostrando que son un tipo de visitantes cultos y distinguidos, respetuosos con las tradiciones y la cultura que son siempre muy bienvenidos, porque nos encanta compartir con ellos las expresiones más hermosas de nuestras raíces y arquetipos ibéricos.

¿Y a quien hay que dar las gracias y encomendarse en su memoria ante la Virgen marinera? Pues a nuestro glorioso antepasado Enrique el Navegante que con un puñado de Caballeros del Temple fueron capaces de instaurar en el norte del continente africano toda una Corte Imperial en la que sentó sus reales la Emperatriz Coronada de Africa para reinar sobre toda esta tierra. Y como es de ser bien nacidos el ser agradecidos, en cada acto solemnísimo lleno de oraciones, cuando las plegarias vuelan como golondrinas a la luz de la hora violeta antes de buscar acomodo en las ramas de los magnolios o en los nidos de las esquinas resinosas de la araucaria, hay que rezar una jaculatoria por Enrique el Navegante y sus valientes templarios (lo de Caballeros Negros es anécdota y guiño malicioso a la Historia) y darle fervientes gracias al Dios del Universo por ser quienes somos y porque se sorteaba un premio gordo en la lotería de la Historia y por mediación de los Arcángeles, por los pangelinguas del Apostol Santiago, por algún que otro gorigori druídico, interviniendo Prisciliano el gnóstico, descendiente de Jesús el Esenio, con Isis camuflada en el culto en piedra al exótero de las Vírgenes Negras, bueno, por tanta y tan pesada intercesión, el premio vino a caer a la Iberia Vieja y aquí nos lo quedamos y no lo vamos a soltar ni que nos tiren lejía con agua caliente y salfumán.

Una muchedumbre tras de la Virgen, familias enteras, bastantes enfermos esperando el milagro que se hará y será, Ceuta entera por las calles, centenares de personas en piadosa procesión tras la venerada imagen en su peregrinar hasta la orillita del mar y allí ser embarcada para que nuestras aguas queden bendecidas. Salve, Estrella de los Mares... Deo gratias.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto