| 
                     
					La magistrada titular del juzgado de lo Penal número 1 de 
					Ceuta dictó ayer una orden de busca y captura para una mujer 
					acusada de blanqueo de capitales y que ayer no se presentó a 
					juicio. 
					 
					La vista contra María del Mar G.G. se iba a celebrar por la 
					mañana, pero sólo compareció el abogado defensor de la 
					acusada y también un representante de Caja Madrid. La única 
					que no compareció fue la acusada, que según fuente 
					policiales está localizada. Se barajó la posibilidad de 
					juzgarla en ausencia, pero finalmente se decidió cursar una 
					orden de busca y captura y celebrar el juicio con su 
					presencia, en fecha que se le comunicará oportunamente. El 
					delito cometido fue en grado de tentativa.  
					 
					Fuentes cercanas al caso pusieron de manifiesto que los 
					hechos se desarrollaron en el año 2008 y fueron en grado de 
					tentativa. 
					 
					La mujer, atendiendo a los requerimientos de un amigo suyo, 
					abrió varias cuentas corrientes. Hacia una de ellas iba a 
					ser dirigido parte del dinero de la cuenta de Iván E.C, 
					obtenido de forma ilegal. 
					 
					Sin embargo, en el CajaMadrid se percataron de la extraña 
					operación de salida de dinero de la cuenta de su cliente y 
					actuaron con gran rapidez, paralizando la transferencia y 
					advirtiendo al titular de la cuenta de los hechos que se 
					iban a producir. 
					 
					La petición de pena que podría recaer finalmente sobre la 
					mujer acusada es de un año y tres meses de prisión, así como 
					una multa de 3.153 euros. 
					 
					Hay que tener en cuenta de que la juez podría aplicar un 
					atenuante, el de dilaciones indebidas, ya que los hechos se 
					habrían producido en el año 2008. 
					 
					Recientemente se aplazó un juicio sobre hechos si no 
					idénticos, sí similares. Un caso de ‘phishing’ en el que 
					tres personas aceptaron abrir cuentas bancarias para recibir 
					cantidades de dinero que después enviaba a personas en Rusia 
					y Ucrania, percibiendo una comisión. Se da la circunstancia 
					de que el dinero fue sustraído en diversas operaciones de la 
					cuenta corriente de un ciudadano. Los ‘piratas’ informáticos 
					se habían hecho con las claves bancarias de la víctima. 
   |