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                     No sé si es soltera, casada, viuda 
					o en estado de merecer, pero lo que sí ha demostrado esta 
					“madre de la patria” es que de vergüenza no está muy 
					sobrada, con esa expresión tan chabacana de “que se jodan”, 
					no sé si dirigida a los “padres/madres de la patria 
					socialistas” o si iba dirigida dicha expresión a todos los 
					funcionarios a los que nos han mutilado traicioneramente el 
					sueldo. 
					 
					La “mocita” Andrea Fabra, del PP ella, a pesar de las 
					disculpas que haya podido pedir, tras su desagradable frase, 
					debiera haber quedado inhabilitada a perpetuidad por la 
					frase, en el lugar que la pronunció. Y no es que 
					consideremos una frase irreproducible, pero sí inadecuada en 
					un lugar como es el Congreso o podía ser el Senado, lugares 
					aptos para hacer algo positivo para todo el pueblo español y 
					no lugar para actuar como cualquier “desbocarrado” en los 
					ambientes más barriobajeros que podamos imaginar. 
					 
					Estoy seguro de que Andrea Fabra se escandalizaría y con 
					ella todos los padres de la patria del PP, si un día el 
					cardenal arzobispo de Toledo, en medio de la homilía 
					dominical lanzara, aunque fuera sin intención, una 
					blasfemia. Pues bien, así nos debemos escandalizar todos los 
					españoles, seamos de la tendencia ideológica que seamos, que 
					esperamos un recto proceder de los “padres de la patria” y 
					nos encontramos con que un buen número de ellos son tan 
					holgazanes que no asisten ni a los plenos extraordinarios y 
					de los que asisten hay ciertos personajes que esquivan el “ 
					bien hablar” que es lo que menos cuesta. 
					 
					Y he dicho el “bien hablar”, porque el bien hacer, a las 
					pruebas nos podemos remitir, no son capaces de enhebrarlo, 
					cuanto más hacerlo. 
					 
					Llevamos muchos meses, años diría yo, en los que la casta 
					política es la parte más negra de la sociedad y yo diría que 
					incluso la más odiada, en nuestro país. Razones hay para 
					ello, porque desde ciertos alcaldes de pequeños pueblos, 
					hasta el mismísimo presidente del Gobierno, vienen 
					demostrando, ahora y hace un año o dos, o tres, que son unos 
					inútiles de tomo y lomo y que cada vez que se asoman a los 
					medios de comunicación lo hacen para “vender” una mercancía 
					que no tienen o que no saben organizar, con lo que están 
					llevando, han llevado ya, el país a la ruina y aún con esas, 
					como si fuera para festejarlo más, aparece Andrea Fabra 
					haciendo el “más difícil todavía”, sin que podamos decir que 
					se dirigiera a sus colegas de otro partido o que se 
					estuviera dirigiendo, entre otros, a funcionarios públicos a 
					los que acababan de mutilar el sueldo. 
					 
					Andrea Fabra es una impresentable, no merece estar dos días 
					más en el escaño que lograra por aquello de que a alguien 
					hay que votar y ella cayó en una de esas listas que conformó 
					el PP. 
					 
					Y si ella es la responsable de lo que ha dicho, de esa frase 
					tan poco afortunada, el PP puede ser hasta cómplice de ello, 
					primero por haber mutilado tantos sueldos y además por no 
					exigirle que abandone, de ahora para siempre, un escaño al 
					que ha ultrajado. 
					 
					Ahora, a pesar de las vacaciones, uno tiene que vivir el día 
					a día, tiene que enterarse de lo que va sucediendo y puede 
					opinar, más si cabe, de todo lo que se da a diario, incluso 
					en las altas esferas o los organismos “sagrados” de la 
					política de nuestro país. 
					 
					Con personajes como Andrea Fabra este país no puede pasar de 
					ser un territorio de simples titiriteros y su política de 
					mentecatos y de absurdos representantes de nuestras 
					instituciones. 
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