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					He leido con sorpresa que las fuentes oficiales del Ingesa 
					confirman que tuvieron que suspenderse algunas operaciones 
					programadas el pasado viernes por problema de “aguas” pero 
					que “sólo afectó a pacientes de trauma y en ningún caso a 
					pacientes graves”.  
					 
					Esta respuesta no la he entendido muy bien porque parece que 
					el problema de aguas no afectó a todo el mundo por igual ya 
					que el Ingesa dice que no afectó a pacientes graves. ¿Qué 
					pasa que el agua eligió a quien afectar o no?, o ¿Tan mal 
					estamos con la crisis que el hospital tiene el agua 
					racionada y según que pacientes se facilita o no para 
					operarles? 
					 
					Lo que me parece de vergüenza es que hagan comunicados tan a 
					la ligera y no lo realicen con más criterio y más 
					profesionalidad. Es de chiste que el llamado HUCE, para 
					políticos y entendidos de la Sanidad, “el mejor hospital de 
					Europa”, vea como una avería de agua provoque la suspensión 
					y el cierre de los quirófanos durante horas, debiéndo 
					cancelar hasta nueva orden aquellas intervenciones que no se 
					pudieron realizar y cuyos pacientes llevaban ingresados y 
					con un gotero puesto desde las 8.00 horas (más de cinco 
					horas desde que les informaron que no les operarían). 
					 
					No se concibe como ante un problema de estas características 
					el hospital no está adecuado para que, mientras se subsana 
					el problema o no, pueda seguir funcionando sin problemas. Mi 
					preguna es ¿Y si le pilla a un paciente en plena mesa de 
					operaciones, abierto en canal y con el proceso iniciado?, en 
					ese caso ¿qué pasaría?, ¿Se le hecha hielo para conservarlo 
					hasta que se subsane el problema? 
					 
					Entiendo que en este caso los médicos no tienen la culpa 
					pero el Ingesa debe responder ante estos problemas porque 
					detrás de una operación existen muchas cuestiones. Para 
					ustedes quizás es sólo la suspensión de una operación, pero 
					para los usuarios, además de sufrir la suspensión es también 
					haber tenido que pedir permiso en el trabajo; en caso de 
					tener niños pequeños movilizar a familiares para que se 
					hagan cargo de ellos durante este tiempo (incluso en algunos 
					casos debiendo trasladarse desde la península como es mi 
					caso), el nerviosismo de la paciente, las más de cinco horas 
					de espera, y todos los demás trastornos que genera una 
					operación por muy leve o grave que sea. 
					 
					Además, dicen que es un problema ajeno a ellos. Pues miren 
					ustedes, el usuario es el que bajo ningún concepto tiene 
					culpa alguna y sin embargo siempre es el más perjudicado ya 
					que ahora debe de esperar a que le llamen de nuevo y encima 
					no se le da seguridad de que vaya a ser pronto.  
					 
					Finalmente he tomado la decisión de entregar mi agenda a la 
					dirección del Ingesa para que me la organicen ya que me ha 
					sido imposible hacerlo con los continuos cambios que me 
					vienen haciendo. Y es que primero me dijeron que mi mujer 
					entraba en lista de espera y que no sería llamada hasta 
					octubre o noviembre, luego recibo una llamada el pasado 
					miércoles para decirme que en dos días operaban a mi mujer, 
					luego una vez allí me dicen que no pueden operarla por un 
					problema con el agua y finalmente no me aseguran cuando 
					podrá ser operada. En definitiva, un control de la situación 
					espectacular. Según algunos, contamos con el mejor Hospital 
					de Europa, pero la organización sigue siendo la misma de 
					siempre y a las pruebas me remito. 
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