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cultura - SÁBADO, 28 DE JULIO DE 2012


Carlos Bermejo. cedida.

REPORTAJE
 

“La magia es el arte de engañar los sentidos con el fin de entretener”

En las actuales circunstancias de crisis
económica, pérdida de trabajo, aumento
del paro y preocupaciones de todo tipo, bueno es recurrir a cuatro magos ceutíes que, a través de sus trucos y habilidades, ilusionan a quienes les reclaman para distraer al personal en cenas de empresa o comuniones

CEUTA
J.M.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Cuando se hace un juego, no se trata de engañar al espectador, según comenta Carlos Bermejo, a quien le viene la afición de antiguo, sino de “cómo lo presentas y lo has trabajado. Yo hice un juego de agua y aceite, cartas que se intercambiaban de color rojo y negro, das un pase y al final, el resultado del truco es que se han separado: en una parte están todas las rojas juntas y en la otra, las negras. Se suele repetir la fase y sorprendes al espectador”.

No te desvela el truco, dice que eso forma parte de su arte de ilusionar al público. Cada cierto tiempo, se renueva el repertorio “mágico” y por ello acuden a los Congresos de Magia donde se suelen reunir unos 75 magos de todas las procedencias. allí intercambian sus trucos, aprenden otros nuevos y, en definitiva, se enriquecen mutuamente.

En estos congresos se conocen a los “grandes de la magia”. Para Carlos Bermejo, el más destacado de los españoles en su opinión es Juan Tamarit y a nivel mundial, René Laband, un mago manco, cuya habilidad con las cartas es extraordinaria y como el mismo René afirma. “No es que me falte un brazo, es que me sobra”. También destaca entre los magos españoles a la joven andaluza que cada fin de semana muestra sus habilidades en el programa de María Teresa Campos, “Qué tiempo tan feliz”: Inés, la maga.

Según la experiencia de este mago ceutí, Carlos Bermejo que estuvo un buen tiempo en Barcelona donde se relacionó con los grandes artistas de esta modalidad, para “dedicarse a esto hay que nacer, ya que pùedes estar cuarenta años tocando el piano y no acabas de dominarlo. En la magia sucede algo parecido: se requieren ciertas condiciones para desarrollar una habilidad que es innata y para la que se requiere cierta pericia”.

En Comuniones y cenas de empresa suelen ser requeridos estos magos que hacen de sus habilidades un motivo de entretenimiento y diversión. Cada sçabado, hacia las 19 horas en el Bar 75 de Plaza de los Reyes, los cuatro magos de Ceuta se reúnen para intercambiar opiniones y siempre surge alguien que les dice: “Haced algo”. Y allí, cara al público, de cerca, en un pequeño grupo, demuestran sus habilidades ilusionando al personal que celebra sus trucos y se deja sorprender.

La Asociación de Magos de Ceuta se reúne cada 31 de enero en una cena, para celebrar la festividad de su Patrón, San Juan Bosco. “Se trata de una cena mágica con actuaciones” nos dice Carlos Bermejo. Allí participan sus compañeros Antonio Domínguez, vicepresidente de la Asociación, el secretario Diego Fernández y el tesorero, Duas. Y como queda dicho, cada semana, renuevan su repertorio, porque algo se les ocurre. Su objetivo es ilusionar al público, hacerle reir y distraerlo.

El mentalismo, especialidad dentro de otras facetas de la magia

Carlos Bermejo destaca el gran número de facetas que aglutina la magia: cartomagia, grandes ilusiones con aparatos, la micromagia, la magia de cerca, la magia sobre un escenario o el mentalismo, su especialidad, en la que demuestra su habilidad con la transmisión de pensamiento a través de la telepatía y que desata la admiración de la concurrencia. Una habilidad en la que dice, no hay truco.

En Japón y China se encuentran, en opinión de Carlos Bermejo, los mejores magos de hoy. Su filosofía es distinta a los magos del resto del mundo, porque suelen protagonizar actuaciones grandiosas, ideas diferentes, muy espectaculares: uno saca loros de gran tamaño y palomas de todas clases.

En la vida de Carlos Bermejo hay un hecho trágico que siempre recordará: tuvo en los años 70 un gran admirador: Santiago Calvo, un joven conocido en Ceuta como “el mago Lanoix” quien tras un período fuera de nuestra ciudad, volvió a Ceuta e hizo lo indecible por localizar a Carlos Bermejo y con quien tuvo mucha relación. En este mundo de los magos, las localizaciones se hacen a través de las Casas de Magia, que ponen en contacto a unos con otros.

El conocido “mago Lanoix” padeció un tumor cerebral y Carlos Bermejo junto a otras muchas personas, realizó una serie de actuaciones para recaudar dinero para el costosísimo tratamiento de transplante de médula en Navarra para su amigo “el mago Lanoix”, quien luchó lo indecible por superar su enfermedad, pero no pudo lograrlo, falleciendo con una veintena de años, lo que ocasionó una gran conmoción en la ciudad.
 


Los trucos de la magia hacen ilusionar al espectador

La definición que Carlos Bermejo hace de los trucos de la magia es bien clara y sencilla: “Hacemos ilusionar, no engañar. La magia es el arte de engañar los sentidos pero con el propósito de entretener. Por ello, la palabra engaño se desvanece, porque no es el fin último”. Su satisfacción es dejar al público con la boca abierta de admiración por el truco realizado. En la actualidad, las Casas de Magia venden los artilugios por Internet y lo hacen por miles. Cada dos años se celebra el Congreso nacional de Magia y al tercer año, tiene lugar el internacional, donde acuden todos los grandes. Y cada sábado, los cuatro magos ceutíes, actúan en nuestra ciudad. Un grupo al que les gustaría que se unieran los muchos aficioonados a la magia que presuponen puede haber en Ceuta.
 

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