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OPINIÓN - DOMINGO, 29 DE JULIO DE 2012

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES 23.


Hace dos veranos, en el jardín del Hotel Parador La Muralla, cuyo microclima invita a disfrutarlo, se me presentó la oportunidad de conocer a José Muñoz Ragel: ceutí que lleva muchos años viviendo en Alcalá de Henares. Y a partir de ese momento, nuestras conversaciones estivales fueron tantas como pasadas por agua en un rincón de la piscina donde nos era posible hacer pie. Así me expresé yo en el primer párrafo de la columna que le dediqué en abril al hijo de don José. Debido a que éste había escrito un libro cuya presentación obtuvo muy buenas criticas por parte de la prensa madrileña. José Muñoz, que así se llama el autor de ‘La tierra dividida’, tuvo a bien enviarme un ejemplar que me he leído de un tirón. Y que recomiendo a quienes gustan los textos bien escritos. Pues bien, hoy nos hemos vueltos a ver en el mismo sitio y a la misma hora. Esa hora vaga de mediodía en la que cunde la charla mientras procuramos eludir el calor mediante los baños correspondientes. José Muñoz Ragel es tan buen conversador como para que uno procure acudir presto a reunirse con él en el jardín del Hotel Parador La Muralla. Así que hoy he aprovechado la ocasión.

Martes. 24

En algunas tertulias televisadas, debido a los tiempos que corren de incertidumbre económica, se ha recordado el Tratado de Versalles (1919). Aunque se ha hecho como pasando de puntillas por un momento cumbre de Europa y que, tras acabar la Primera Guerra Mundial, comenzó a germinar la semilla de la discordia que dio origen a la segunda contienda. El Tratado de Versalles se llevó a cabo durante seis meses que cambiaron el mundo. Y hay un libro: París, 1919, escrito por Margaret Macmillan, que es una joya. En él, en el libro de marras, se puede leer el apasionante y pormenorizado relato de unas negociaciones en que se decidía sin compasión el destino de las más diversas naciones. París, 1919, Seis meses que cambiaron el mundo, es el libro que debe leer todo político que se precie. Puesto que es fundamental para entender los conflictos del siglo pasado y descubrir la cara oculta y poco amable de la diplomacia internacional. Creo que fue, si mi memoria no me falla, José Antonio Griñán, presidente de la Comunidad Andaluza, quien, hace ya varios años, recomendaba su lectura. En esa conferencia de paz en París, Alemania fue sometida a un duro castigo. Tan duro que dio origen al nacimiento del nazismo. Con eso queda dicho todo. Oído al parche.

Miércoles. 25


A mí me parece muy bien que la gente se manifieste. Que salga a la calle a mostrar su descontento contra los políticos y contra las medidas que estos vienen tomando en contra de la clase media y de los más pobres. Creo que ha llegado el momento de gritar a voz en cuello que ya está bien de que siempre paguen los de siempre. Tras habérselo llevado calentito los gobernantes, sindicalistas, banqueros y empresarios de alta cuna. Policías y bomberos han decidido echarse a la calle para decir al Gobierno local que están en desacuerdo con las medidas laborales adoptadas contra ellos. Tras recorrido corto, por calles céntricas, suelen situarse frente al edificio del Ayuntamiento. Y gritan cuanto creen oportuno. Repito: tienen todo el derecho del mundo a expresar sus quejas. Ahora bien, lo lamentable es que se aprovechen de la situación para tirar cohetes y petardos de verdad, de los buenos, para que todo el pueblo sepa que están defendiendo algo que les concierne. La cuestión es hacer ruido. Lo cual no es de recibo. Máxime si quienes se comportan de forma incívica son las personas encargadas de defendernos, precisamente, de semejante comportamiento. Cohetes y petardos son peligrosos. Ruidosos. Y no es la primera vez que su uso acarrea desgracias. Bramen cuanto quieran policías y bomberos ante la puerta del Ayuntamiento. Pero no olviden que haciendo uso de la pirotecnia pierden ustedes el aprecio y la comprensión de innumerables ciudadanos.

Jueves. 26

Me tropiezo con Juan Antonio García Ponferrada a la altura del Hotel Tryp. Falta nada y menos para que el reloj marque las dos de la tarde. Aprieta el calor. Lo cual nos obliga a buscar cobijo en sitio donde la sombra se enseñorea del lugar. Y decidimos pegar la hebra. Pegar la hebra traducido a palabras pobres significa entablar conversación. Exponer coloquialmente algunos de los temas que nos inquietan, nos interesan o nos divierten. Juan Antonio es persona de fiar. Por tal motivo, a mí me cuesta nada y menos hablarle a tumba abierta. Ya que son muchos años de amistad y, por qué no decirlo, de encontronazos por disparidad de criterios. Aunque siempre, después de los desacuerdos, supimos decir que pelillos a la mar. Y lo hicimos cuanto antes. En el menor tiempo posible. Para que nuestra disputa no tuviera la menor oportunidad de hacer mella en nuestras relaciones. De ahí que hayamos hablado, durante unos minutos, de las personas que se alimentan del rencor. El rencor es tóxico. Y daña a quien hace uso y abuso de él. El rencor acorta la vida. Creo que esta conversación la tuve yo con Juan Vivas en su día. Aprovechando la oportunidad que me ofrecía una entrevista que le hice. En suma: que me lo he pasado la mar de bien con García Ponferrada. Quien, antes de despedirnos, me ha celebrado la memoria que tengo. Si él supiera…

Viernes. 27

Lucas Artesero lleva muchísimos años trabajando en el Hotel Parador La Muralla. LA es maître del establecimiento. Y piensa a cada paso cómo sería posible que Ceuta fuera el centro de atención de un turismo que tanto se echa de menos. Un turismo peninsular al que habría que conquistar por medio de ofertas de viajes apetitosas. Nada más verme, lo primero que me ha dicho es que tiene en la cartera un recorte de periódico que desea entregarme. De modo que en un amén lo tengo ya frente a mí con él en la mano. El recorte de periódico pertenece a un medio escrito de Palma de Mallorca. Aunque ni contiene la cabecera ni tampoco la fecha en la que fue publicada la noticia. Y cuyo titular es el siguiente: “Más de 18.500 pasajeros de Balearia viajan con su coche gratis a bordo. 18.550 personas que se han acogido a la oferta ofrecida por Balearia a principios de febrero para viajar con el coche gratis a bordo en cualquiera de las líneas que la naviera opera en las Baleares, excepto en la de Ibiza-Formentera. La oferta que ha tenido mucho éxito sobre todo en las líneas Dénia-Palma, Barcelona-Menorca e interistas, permitía reservar en cualquier acomodación, incluidos los días de Semana Santa y verano. Las únicas restricciones eran comprar billetes para dos adultos como mínimos y antes del 29 de febrero. Una de las ventajas de viajar en barco es que permite a los pasajeros viajar con su propio vehículo, con las facilidades que ello supone. Por llevar el equipaje embarcado desde casa y también para trasladarse una vez se llega al destino. En este sentido, este año, Balearia embarcó unos 475.000 vehículos. He aquí, pues, reflejada la nota que me ha proporcionado Lucas Artesero. Quien arde en deseos de ver cómo las autoridades de esta tierra estimulan a las navieras para que éstas hagan posible que los peninsulares vengan hasta aquí.

Sábado. 28

Muy de mañana leo lo tuyo. Lo que nos tiene que ocurrir a todos. Aunque tú te has ido muy pronto. Si bien te sobraba ya madurez a raudales para analizar las situaciones despojándola del molesto absolutismo. Ese que a veces nos ciega a todos y nos convierte en seres distintos a los que realmente somos. Mira, Armando, tú tenías veintipocos años cuando nos presentaron. Y a partir de entonces raro era el día en el cual no charlábamos de fútbol, de qué otra cosa iba a ser, hasta por los codos. Muchas veces, cuando yo acudía al José Benoliel, allí estabas tú presenciando partidos de cualquier categoría local. De ahí que te conocieras al dedillo vida y milagros de todos los futbolistas de esta tierra. La tuya. Mira, Armando, quiero decirte que tampoco se te daban mal los despachos. En los que realizabas esa tarea bien hecha que corresponde a un secretario general; cargo que tú desempeñaste en ocasiones. Aunque lo que a ti más te agradaba era ponerte muy cerca del terreno de juego para vivir intensamente las evoluciones de los contendientes. El azar quiso que un día coincidiéramos los dos en la misma empresa. Y nuestras relaciones eran muy buenas. Incluso no pocas veces me pasaba yo por tu despacho para intercambiar comentarios de actualidad. Mira, Armando, aún no sé, ni me importa, quién envenenó nuestra amistad. Pero sería absurdo negar que, desde que decidí jubilarme y abandonar la empresa, jamás volvimos a cruzar palabra alguna. Algo que siempre lamenté. Ya que los hombres cuando se retiran el saludo es que tienen un malestar latente. Y bien que lo siento. Armando Fernández ha muerto. Y su muerte deja un gran vacío en la vida local. Y el fútbol de los modestos pierde un gran valedor. Su fatalidad, me ha impresionado.
 

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