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					La palabra más repetida en la Directiva de Defensa Nacional 
					1/2012 es “disuasión”. El diario El País resalta en una 
					información publicada en su edición de ayer que este 
					objetivo se dirige “ante las que tradicionalmente se han 
					denominado amenazas no compartidas”, es decir, Ceuta y 
					Melilla, las únicas ciudades españolas que no están 
					cubiertas por el artículo quinto (defensa mutua) del Tratado 
					de Washington. En sólo nueve folios, la directiva alude tres 
					veces, sin mencionarlo, al contencioso con Marruecos. 
					 
					“El Gobierno de la Nación hace de Ceuta y Melilla el eje de 
					su política de defensa”. Este es el titular de una 
					información publicada ayer por el diario El País en la que 
					el periodista Miguel González analiza parte del contenido de 
					la Directiva de Defensa Nacional 1/2012, que el ministro 
					Pedro Morenés presentó el pasado miércoles.  
					 
					En la información se hace referencia al hecho de que la 
					palabra más repetida en la Directiva de Defensa Nacional 
					1/2012, la primera que firma Mariano Rajoy desde su llegada 
					a La Moncloa, es “disuasión”. “La disuasión es el resultado 
					de disponer de unas capacidades y de la disposición de 
					utilizarlas si acaso llegara a ser necesario. La mayor 
					garantía de paz y seguridad no es otra que la credibilidad”, 
					afirma el documento.  
					 
					A la hora de explicar hacia qué se dirige esa política, el 
					informe señala que la disuasión se presenta como la opción 
					“ante las que tradicionalmente se han denominado amenazas no 
					compartidas”. “Es decir, Ceuta y Melilla, las únicas 
					ciudades españolas que no están cubiertas por el artículo 
					quinto (defensa mutua) del Tratado de Washington”, añade El 
					País. 
					 
					Asimismo, y “en sólo nueve folios”, destaca el periodista la 
					directiva alude tres veces más, eso sí, sin mencionarlo, al 
					contencioso con Marruecos. Dice que España debe manifestar 
					“con claridad la voluntad de prevalecer sobre las amenazas 
					no compartidas”; que, pese a los recortes presupuestarios, 
					“debe contar con las capacidades para garantizar la 
					disuasión, y ello tomando en consideración la singularidad 
					de los riesgos propios”; y que, en todo caso, es preciso 
					mantener “un nivel nacional de disuasión creíble y 
					suficiente con objeto de evitar que los escenarios de riesgo 
					en nuestro entorno geográfico se materialicen en amenazas”. 
					Esto se relaciona por el diario nacional con el conflicto 
					del Perejil, del que ahora se cumple el décimo aniversario. 
					 
					En la presentación de la nueva Directiva de Defensa, el 
					ministro aludió a los movimientos políticos que vive el 
					norte de África, desde Oriente Próximo hasta incluso el país 
					vecino, Marruecos, que han convertido a esta región, según 
					recoge Efe, en un foco de “riesgo y preocupación” para la 
					seguridad de España. 
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