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sucesos - SÁBADO, 4 DE AGOSTO DE 2012


sala de vistas. archivo.

justicia
 

La valentía de una mujer

María del Pilar R.V., lejos de amilanarse ante un atraco con una navaja que le pusieron en la garganta, se armó de valor y logró escapar de sus dos agresores
 

CEUTA
Manuel Gutiérrez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los expertos policiales suelen aconsejar de que en el caso de que una persona sea amenazada con armas durante un atraco, no se resista. Dé al atracador o atracadores lo que ellos le exijan por la fuerza y trate de solventar la situación de peligro lo antes posible, sin poner nerviosos a los asaltantes.

Eso es lo habitual, pero hay ocasiones en las que las personas reaccionan de una forma muy distinta, sacando de sí mismas un valor extraordinario, que a veces la propia persona desconoce que tuviera.

Podría ser el caso de María del Pilar R.V., una joven que fue atracada tras salir de su trabajo el día 15 de mayo de este año y circulaba andando por la avenida Virgen de África. Eran en torno a las 01.45 horas cuando se le aproximaron dos individuos, Brahim H., mayor de edad, y Khalil E.H., menor.

Su acompañante en la sala de vistas donde se iba a celebrar el juicio esta semana, bajo la jurisdicción del magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 2, un hombre de complexión atlética, fuerte, explicaba que él no se hubiera resistido en su caso, sino que hubiera entregado lo que le hubieran exigido.

Pues bien, María del Pilar iba distraída intentando localizar una de sus canciones preferidas con su aparato de telefonía móvil cuando se le aproximaron los dos individuos y le colocaron una navaja en el cuello, exigiéndole el aparato telefónico. Lejos de hacerles caso, ella se guardó en el bolsillo el móvil y se cruzó por el cuello la correa del bolso que llevaba colgado en el brazo izquierdo.

Le dijeron que no se le ocurriera hablar, pero en vez de ello, ella comenzó a gritar pidiendo auxilio, lo que descolocó a los dos peligrosos delincuentes.

Los individuos siguieron exigiéndole que les diera lo que ellos querían, pero ella comenzó a retroceder y a interponer alguno de los vehículos aparcados entre su persona y los dos atacantes.

Éstos continuaron persiguiéndola agazapándose entre los vehículos, sin dejar de aproximarse a la mujer, que había conseguido imponer cierta distancia con sus perseguidores.

La fortuna se alió con María del PIlar, ya que finalmente, al doblar una esquina, se encontró con una patrulla policial que acudió en su auxilio y que logró finalmente no sólo ofrecerle seguridad a la víctima, sino que al tiempo pudieron detener a los dos individuos armados.

Dado que uno de los atacantes es menor de edad, su caso se está llevando paralelamente por el Juzgado de Menores.

Sin embargo, esta semana iba a ser el juicio contra Brahím H., el mayor de edad.

Ya en los calabozos policiales del edificio Ceuta Center, donde permanecía custodiado hasta que le llegara el turno de situarse en el banquillo de los acusados, comenzó a montar “el numerito”.

En efecto, comenzó a golpearse la cabeza contra la pared del calabozo, por lo que fue controlado eficazmente por los agentes policiales que lo estaban custodiando y que finalmente lo llevaron hasta la sala de vistas. El juez ya había sido advertido de la actitud hostil del acusado. Entró en la sala lloriqueando, esposado, y vigilado muy de cerca por dos expertos y profesionales agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Como se diera la circunstancia de que algunos de los testigos que habían sido citados a declarar no se encontraban presentes en el momento en el que se iba a iniciar la vista oral, el juez decidió la suspensión de la vista, que finalmente se celebrará el próximo día 6 de noviembre, a las 10.30 horas.

En todo caso, Brahim volverá a prisión, que es donde se encuentra desde que supuestamente intentó atracar a la valiente mujer.

Desde el Ministerio Fiscal se le va a solicitar un año y nueve meses de prisión por un delito de robo con violencia en grado de tentativa. A esta petición se le unirá otra de un año por tenencia ilícita de armas, así como una multa por lesiones.

Aunque las lesiones no fueron físicas, lo cierto es que María del Pilar sufrió secuelas psicológicas, en forma de un shock postraumático tras ser víctima del intento de atraco.
 

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