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					Cada 13 de junio, las mujeres ceutíes suben de romería a la 
					ermita de San Antonio y se sientan sobre la cruz para 
					pedirle un buen novio al santo. Ayer, cuatro chicas y un 
					chico subsaharianos residentes en el CETI (Centro de 
					Estancia Temporal de Inmigrantes) subieron al templo para 
					conocer las tradiciones de Ceuta y, como buenas ceutíes 
					adoptivas, hicieron lo propio como marca el conocido ritual.
					 
					 
					Los inmigrantes estuvieron acompañados de dos monitoras de 
					Cruz Roja, María José Guil, profesora de salud, y Rocío 
					Álvarez, integradora social, quienes destacaron las 
					actividades de integración que realiza el centro. “Además de 
					conocer la ermita, se integran en nuestra forma de vida y 
					tienen mucha ilusión por conocer todo”, explicó Álvarez. “Es 
					la primera vez que se realiza esta actividad, pero se 
					organizan muchas en el centro y ellos tienen mucho interés 
					por hacerlas”, añade Guil. Las monitoras explican también 
					que los chicos más participativos suelen ser los que también 
					acuden a las clases de español del CETI.  
					 
					El hermano mayor de la Cofradía de San Antonio, Carlos 
					Orozco, fue el encargado de guiar la visita y explicarle a 
					los chicos la historia de la ermita, su origen portugués, 
					aunque el santo sea natural de Padua (Italia), la historia 
					de la cofradía y la vida y obra de un santo conocido por dar 
					todo lo que tenía a los más necesitados. 
					 
					Así, explicó la tradición del ‘bollito’ santificado, que 
					trae buena suerte a quien cada año sube a recogerlo el día 
					de San Antonio y luego lo guarda en su casa. “No había 
					pasado un año de su muerte cuando lo proclamaron santo por 
					todas las labores que había hecho”, explicó Orozco, quien 
					recordó que en santo nació entre 1190 y 1195. “Hay mucha 
					devoción en Ceuta desde la época portuguesa”, agregó. 
					Además, tras la explicación la Cofradía de San Antonio hizo 
					entrega al CETI de dos obsequios para que lo que tuviesen de 
					recuerdo, entre ellos, un libro.  
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