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                     Sobre las 11.00 horas de la mañana 
					del 5 de julio de 1885, en la calle Carrera de la Villa de 
					Casares (Málaga), nació Blas Infante Pérez de Varga, hijo de 
					un matrimonio de clase media, compuesto por Ginesa Pérez y 
					Luis Infante. Era una época inestable y convulsa con muchas 
					revueltas debido a las malas cosechas. Encontrándose nuestra 
					querida Andalucía inmersa en una profunda y total regresión 
					debido a la crisis económica y social. Azotándonos el 
					hambre, la miseria y el desempleo, produciéndose un éxodo de 
					nuestra población hacia otros lugares, debido a que nuestros 
					recursos eran casi exclusivamente agrícolas. Y apenas 
					podíamos competir con el exterior, porque además el sector 
					industrial y energético escaseaba habiendo fracasado la 
					industrialización.  
					 
					Blas Infante permanece en Casares hasta 1899, que es cuando 
					sus padres lo mandan a estudiar el bachiller a los 
					Escolapios de Archidona (Málaga), permaneciendo hasta el 
					1900. Desde entonces ya despuntaba entre sus compañeros, por 
					su humanidad y profundo amor a nuestra querida Andalucía. Y 
					cuando por vacaciones regresaba a Casares instruía a los 
					jornaleros en los campos, porque el analfabetismo estaba muy 
					extendido. 
					 
					Posteriormente se matricula en la universidad de Granada en 
					la rama de Derecho licenciándose en 1906. Estudia a 
					continuación Filosofía y Letras y, oposita para notario 
					consiguiendo la plaza, aunque no puede ejercer al no tener 
					la edad reglamentaria. Pero en 1909 tomó posesión de la 
					notaría de Cantillana (Sevilla), donde conoce a dos 
					ingenieros agrónomos. Y se relaciona también a través del 
					Ateneo de Sevilla, con lo más florido de la cultura y las 
					artes hispalenses. 
					 
					En 1913, asiste al primer congreso Georgista en Ronda, donde 
					expone las necesidades andaluzas fundándose la revista 
					Bética. En 1914 ofrece en el Ateneo de Sevilla su ideal 
					andaluz. A partir de ese momento lidera el movimiento 
					andalucista y en 1916 crea y preside el Centro Andaluz de 
					Sevilla y otros centros en diferentes lugares, siendo el 
					órgano expresivo la revista Andalucía. 
					 
					Pero como el asunto político y social empeora en España. En 
					1919 recoge y pronuncia sus ideas estatutarias andalucistas. 
					En 1920 y siguientes crea la revista Avatares y publica 
					varios de sus libros entre ellos: Motamid, el último rey de 
					Sevilla, Cuentos de Animales y la Dictadura Pedagógica. Y en 
					1923 al estallar la dictadura, se cierran los centros 
					andaluces, prohibiéndose todo acto político andalucistas. 
					 
					Blas Infante, pide traslado de notario a Isla Cristina 
					(Huelva), y se instala con su familia en la Casa de la 
					Alegría de Coria del Río (Sevilla). Esos años son de 
					reflexión para el andalucismo y para Blas Infante en los que 
					redacta cartas andalucistas. Naciendo en ese periodo sus dos 
					hijas María Luisa, ya fallecida, y María de los Ángeles, con 
					la que tuve el honor de compartir charlas y reuniones 
					andalucistas, así como, los Congresos de Andalucismo 
					Histórico en Sevilla, Carmona y Ronda, etc., y otros actos 
					más en honor a su padre y a la historia andaluza. 
					 
					En 1930 tras la caída de la dictadura de Primo de Rivera, 
					los movimientos regionalistas florecen y cuando se proclama 
					la segunda república española, nace su hijo Luis Blas. Funda 
					las Juntas Liberalistas Andaluzas que sustituyen a los 
					Centros Andaluces. Pone en marcha una candidatura 
					constituyente. Y solicita a la Diputación de Sevilla, que 
					convoque una asamblea para la constitución del Estatuto 
					Andaluz. Escribe sus libros: La verdad sobre el complot de 
					Tablada y El Estado Libre de Andalucía.  
					 
					En 1933 en Córdoba se aprueba el anteproyecto de base para 
					el Estatuto de Andalucía. Tengo que significar, que Blas 
					Infante, para desligarse totalmente de su rama familiar los 
					Pérez de Varga, en un acto notarial, se eliminó dicho 
					apellido quedándose a solas como Blas Infante Pérez. 
					 
					El 7 de julio de 1936 se estrena el Himno de Andalucía 
					compuesto por él al piano con letra de la canción religiosa 
					del Santo Dios. Y se izan la bandera andaluza el 12 de julio 
					en el Ayuntamiento de Cádiz y el 14 en el de Sevilla. El 18 
					estalla la Guerra Civil siendo detenido el 2 de agosto. Y en 
					la madrugada del 10 al 11 de agosto, en el kilómetro 4 de la 
					carretera de Sevilla a Carmona fue asesinado con alevosía, 
					ensañamiento y nocturnidad, gritando dos veces seguidas 
					antes de morir: “Viva Andalucía Libre”.  
					 
					En 1940 cuatro años después de su ajusticiamiento, es 
					sentenciado por la ignominia fascista de Franco y la de sus 
					esbirros y sicarios. Pero en este periodo constitucional 
					español y estatuario andaluz, se le hace justicia y es 
					reconocido Blas Infante por el Parlamento de Andalucía como 
					el ‘Padre de la Patria Andaluza’. 
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