| 
                     
					La Policía Nacional ha concluido con éxito una operación 
					contra el tráfico de drogas a nivel internacional. Era una 
					red que introducía en territorio nacional droga procedente 
					de Marruecos. La operación se saldó con la detención de una 
					treintena de personas y la intervención de más de una 
					tonelada de hachís, dos kilos de cocaína, dinero en metálico 
					y diez vehículos. El líder estaba afincado en Barcelona, si 
					bien la actividad distributiva y logística se desarrollaba 
					en Santander. 
					 
					Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una 
					organización dedicada al tráfico internacional de hachís y 
					cocaína, droga que introducían en España desde Marruecos a 
					través del Estrecho de Gibraltar. 
					 
					La operación, denominada ‘Casablanca’, ha sido desarrollada 
					en varias fases y ha culminado con la detención de 30 
					personas. Además se intervinieron 1.138 kilos de hachís, 2 
					kilos de cocaína, 7.845 euros y 10 vehículos. 
					 
					La banda operaba en todo el territorio nacional, así como en 
					Francia, Italia, Alemania y Holanda. El líder del grupo 
					estaba afincado en Barcelona, sii bien la actividad 
					distributiva y la logística se desarrollaba en Santander. 
					 
					Las investigaciones se iniciaron durante el mes de o0ctubre 
					del pasado año, desarrollándose varias actuaciones 
					policiales en Algeciras y San Roque, Santander y Boo de 
					Guarnizo (Cantabria), Valdepeñas (Ciudad Real), así como en 
					Bellusco (Italia). 
					 
					La organización criminal introducía importantes cantidades 
					de hachís en España procedente de Marruecos mediante balsas 
					neumáticas popularmente conocidas como “gomas”. Descargaban 
					la droga, que venía distribuida en fardos de unos 30 kilos 
					cada uno, en las playas de Cádiz y posteriormente la 
					alijaban en lugares estratégicos de la provincia gaditana. A 
					partir de este momento, los miembros de la organización 
					afincados en Barcelona se desplazaban al sur de España y 
					trasladaban la droga hasta la Ciudad Condal. Una vez allí, 
					la droga era almacenada en zulos para su posterior 
					distribución al resto del territorio nacional, así como 
					varios países europeos, c omo Italia, Alemania, Francia y 
					Holanda. 
   |