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sociedad - LUNES, 20 DE AGOSTO DE 2012


María Valdivia. gardeu.

ENTREVISTA / María Valdivia, óptica optometrista
 

“Llevar gafas de sol de mala calidad es peor que no llevarlas”

La óptica optometrista María Valdivia explica los diferentes tipos de gafas de sol según los colores de las lentes y los cinco tipos de filtros que existen en base al entorno y al uso que vaya a darle cada persona
 

CEUTA
P. Gardeu

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La óptica optometrista María Valdivia lo tiene claro: “Llevar unas gafas de sol de mala calidad es peor que no llevarlas porque al no tener filtros adecuados, la pupila se dilata y entra mayor cantidad de luz”. Sin embargo, la óptica considera que la gente, en su mayoría, “no está concienciada de este problema y se guían demasiado por factores de estética”. Valdivia incide en el caso de los niños. “En ellos es especialmente importante que utilicen gafas de sol adecuadas porque aún no están completamente desarrollados y les afecta más”. “Muchos padres compran sus gafas en la óptica, pero dicen ‘bueno, ya las del niño las compro en otro sitio’ y no son conscientes de lo grave que puede ser para ellos”, explica la oculista.

La radiación que llega procedente del sol es el resultado de una serie de procesos. Desde su emisión hasta llegar a los ojos sufre procesos de cambios por absorción, difusión y reflexión que la modifican. Cada uno de estos cambios depende de magnitudes variables; por ejemplo, un campo de hierba refleja un 3% de la radiación que llega, la playa, un 30% y la nieve, un 80%. De todas las radiaciones que el sol emite, las más nocivas para la salud del ser humano son las más energéticas: las ultravioletas, que no provocan ninguna reacción inmediata que avise del daño que están produciendo en los ojos y en la piel. De este modo, desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España recuerdan cómo afectan los rayos de sol a la salud y recomiendan utilizar gafas de sol compradas en establecimientos sanitarios que cumplan con la normativa de la Unión Europea.

Filtros

Las gafas de sol pueden tener cinco filtros diferentes. Un filtro cero se usa en días de poca luminosidad o nublados, ya que su porcentaje de absorción es del 20%. Son unas lentes muy claras. Los días de luminosidad media se recomienda un filtro uno, que absorbe entre el 20 y el 57% y las lentes son ligeramente coloreadas. Del 57 al 82% de absorción son las gafas de sol con filtro dos, recomendadas paras días soleados de final de otoño, invierno y principio de primavera. Un filtro tres es el que absorbe entre el 82 y el 92%. Recomendado para días muy soleados, actividades al aire libre, como playa o montaña. Es la más habitual. Por último, las de filtro cuatro y una absorción de entre el 92 y el 97% son las recomendadas para nieve y altitudes superiores a 3.000 metros. No se recomiendan para la conducción, puesto que tienen unas lentes muy oscuras.

En Ceuta, explica Valdivia, se suelen recomendar gafas de sol de filtro cuatro durante todo el año, al ser una ciudad muy soleada. “La gente no debería dejar de usar gafas de sol en invierno, puesto que también hay mucha incidencia”, destaca la óptica, quien explica que suelen recomendar gafas con unas u otras características en base al tipo de vida de cada comprador y actividades que realiza habitualmente.

También el color de la lente es una cuestión a tener en cuenta. La óptica recuerda que tonos como los azules o violetas no tienen ningún beneficio y son puramente estéticos.

Para usos generales, desde la óptica recomiendan el verde, gris o, sobre todo, marrón. Estos minimizan distorsiones del color que serían peligrosas en ciertas actividades como la conducción de un coche. Las lentes grises se consideran neutras ya que no alteran ni el contraste ni los colores. Las lentes verdes o marrones pueden causar una mínima distorsión del color y aumentan el contraste. Son especialmente recomendadas para deportes al aire libre. En cuanto a las lentes rojas, son buenas para condiciones de media o poca iluminación, ya que aumentan el contraste.

Por otro lado, están las lentes polarizadas. Cuando la luz se refleja en una superficie lisa como agua, nieve, asfalto mojado o cristal, queda parcialmente polarizada de modo que la componente que oscila en un plano normal tiene mayor amplitud que la que oscila en el plano de incidencia. Las lentes polarizadas buscan minimizar estos reflejos eliminando la mayor de estas componentes.
 


Conjuntivitis, lagrimeo o enrojecimiento del ojo, problemas asociados a unas malas lentes

Enfermedades oculares como la conjuntivitis, que provoca fotofobia, lagrimeo o enrojecimiento del ojo son algunos de los problemas asociados al uso de unas malas lentes. En personas particularmente sensibles, la falta de filtro ultravioleta puede provocar, a largo plazo, la aceleración de la aparición de cataratas. La mala calidad de las lentes puede derivar en mareos, visión doble, cefaleas y otros síntomas que generalmente desaparecen después de quitárselas. Una lente oscura no garantiza un mayor grado de protección, ya que hay que tener en cuenta las circunstancias del uso (ciudad, mar, deportes, etcétera). Nadie es inmune a lesiones oculares.
 

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