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					Los viajeros que embarcan en la Estación Marítima de Ceuta 
					con destino a la península, pueden encontrarse, desde hace 
					unos años, con la sorpresa de que en el control de 
					documentación o en el de vehículos les respondan en su 
					lengua, sea cual sea esta dentro de Europa e incluso fuera 
					en el caso del árabe. Esta situación se da desde que en el 
					año 2006 se pusiera en marcha la Operación Minerva, que 
					supone un despliegue operativo conjunto de agentes de una 
					veintena de países europeos, tanto comunitarios como 
					extracomunitarios, y de estados “observadores” en el 
					Estrecho. Ceuta es, por tanto, uno de los destinos de la 
					operación, que este verano cuenta con cerca de veinte 
					agentes de seis nacionalidades distintas, incluida la de los 
					miembros del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil. 
					Este año, en la Operación participan en concreto 59 expertos 
					de 19 países.  
					 
					Tal como explicó a EL PUEBLO la inspectora del CNP 
					responsable del operativo, en esta ocasión cuenta con nueve 
					policías extranjeros, procedentes de Francia, Holanda, 
					Austria, Suiza, Rumanía y Portugal, todos ellos 
					especialistas en extranjería y fronteras. Los dos agentes 
					portugueses que se han desplazado a Ceuta son guías caninos 
					de la Guardia Nacional Republicana, por lo que en lugar de 
					en el control de documentación y equipajes, se encuentran 
					destinados en el embarque de vehículos, donde trabajan junto 
					a la Guardia Civil.  
					 
					Inmigración ilegal 
					 
					En su origen, el objetivo principal de la operación, 
					desplegada por la Agencia europea para la gestión de la 
					cooperación operativa en las fronteras exteriores (Frontex), 
					fue la lucha contra la inmigración clandestina, que en esos 
					momentos afectaba especialmente a Canarias, con la llegada 
					continua de cayucos a sus costas, un fenómeno que en 2007 se 
					había reducido ya en un 70%, según datos del Ministerio del 
					Interior.  
					 
					En 2012, el centro de coordinación de Minerva, con puestos 
					en las estaciones marítimas de Tarifa, Ceuta y Algeciras, se 
					encuentra ubicado en esta última ciudad. La operación está 
					liderada por el Cuerpo Nacional de Policía, más 
					específicamente por la Unidad Central de Fronteras de la 
					Comisaría General de Extranjería y Fronteras.  
					 
					Además de por países de la Unión Europea, el operativo está 
					conformado este año por cuatro observadores (en 2011 fueron 
					dos), que son Ucrania, Albania, Georgia y Montenegro, “para 
					el caso eventual de que ellos desplegaran operaciones 
					similares”. Por ejemplo, Noruega aunque no forma parte de la 
					UE sí participa porque está dentro del acuerdo Schengen, al 
					igual que Suiza, país del cual hay un policía integrado el 
					operativo de Ceuta. No forman parte de la ‘Minerva’ países 
					como Polonia o Reino Unido.  
					 
					Este operativo conjunto (bautizado con el nombre de la diosa 
					romana de la sabiduría, las artes y las técnicas de la 
					guerra, además de protectora de Roma) se despliega 
					coincidiendo con otro importante operativo, la llamada 
					Operación Paso del Estrecho (OPE), que se desarrolla cada 
					año entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. La ‘Minerva 
					comienza el 13 de julio (casi con la fase de retorno, que se 
					inicia el día 15) y finaliza poco antes de que la OPE se de 
					por concluida, en concreto, el 5 de septiembre. 
					 
					El idioma de este operativo del Frontex es el inglés y 
					aunque algunos de los agentes que vienen destinados a Ceuta 
					o a otros puertos españoles tienen algún conocimiento de 
					castellano, no es un requisito, pues al no tener poderes 
					ejecutivos, siempre están acompañados por policías 
					nacionales. 
					 
					Una colaboración “enriquecedora” 
					 
					El intercambio de conocimientos y experiencia en la gestión 
					de fronteras exteriores resulta, según explican algunos de 
					los agentes extranjeros desplazados este año a la ciudad 
					autónoma, de gran interés desde el punto de vista 
					profesional. “Lo más interesante es ver cómo se trabaja en 
					otros lugares; básicamente es igual, pero siempre hay 
					diferentes matices muy enriquecedores”, señala uno de ellos, 
					Maurice, de Holanda Por su parte, uno de los agentes 
					franceses, Nabil, que por su origen familiar domina el árabe 
					y, por lo tanto, resulta muy útil en el caso de la frontera 
					ceutí, destaca que la experiencia es “muy buena”, y que 
					resulta especialmente interesante el hecho de que se tocan 
					“varios palos, desde la inmigración ilegal a los documentos 
					falsos...; un poco de todo”, concluye.  
					 
					La colega española que le hace de traductora de Nabil afirma 
					asimismo que es una colaboración muy enriquecedora “no sólo 
					porque trabajas con policías de otros países, sino porque 
					siempre se aprenden cosas nuevas”, describe. Al igual que 
					esta agente del CNP, la jefa del operativo destaca el 
					“excelente ambiente” que se ha creado entre todos los 
					miembros del equipo, que favorece, afirman, la buena marcha 
					de la Operación Minerva.  
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					Origen de la Agencia de Cooperación en Fronteras Exteriores 
					(Frontex) 
					El fomento de la libre circulación 
					de personas ha sido un objetivo importante de la integración 
					europea desde la década de 1950. La libre circulación de 
					mercancías, personas, servicios y capitales se identificaron 
					como fundamentos de la Comunidad en el Tratado de Roma 
					(1957). 
					 
					En la década de 1980 cinco Estados miembros (Bélgica, 
					Francia, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos) decidieron 
					crear un territorio sin fronteras interiores. Los primeros 
					acuerdos se firmaron en un pequeño pueblo luxemburgués 
					llamado Schengen, de ahí el nombre de “espacio Schengen” -un 
					territorio en el que está garantizada la libre circulación 
					de personas-. El acuerdo original fue complementado en 1990 
					por una convención. 
					 
					Cuando esta convención entró en vigor, en 1995, abolió los 
					controles en las fronteras interiores y creó una frontera 
					exterior única. Sea cual fuere su ubicación, los 
					funcionarios que trabajan en las fronteras exteriores 
					realizar inspecciones fronterizas de conformidad con 
					procedimientos idénticos. Las reglas de visados y el derecho 
					de asilo también son comunes para todos los países del 
					espacio Schengen. 
					 
					Con el fin de mantener un equilibrio entre la libertad y la 
					seguridad, los Estados miembros participantes acordaron 
					introducir las denominadas “medidas compensatorias”. Éstas 
					se centran en la cooperación y la coordinación de la labor 
					de la policía y las autoridades judiciales. “Las redes del 
					crimen organizado no respetan fronteras, por lo que esta 
					cooperación es clave para salvaguardar la seguridad 
					interior”, explican en la web oficial de Frontex. En 1999, 
					con la firma del Tratado de Amsterdam, esta cooperación 
					intergubernamental se incorporó en el marco de la UE. Desde 
					1999 el Consejo Europeo de Justicia y Asuntos de Interior ha 
					adoptado varias medidas para fortalecer la cooperación en el 
					ámbito de la migración, el asilo y la seguridad. El 26 de 
					octubre de 2004, la Agencia Europea para la Gestión de la 
					Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los 
					Estados miembros de la Unión Europea (Frontex) fue 
					establecida por el Reglamento (CE ) 2007/2004. 
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