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					Se llama Elena Sánchez Blanco y hasta ahora se situaba como 
					número dos del Centro Nacional de Inteligencia, que dirige 
					el teniente general Félix Sánz Roldán. Experta en terrorismo 
					y en Ceuta y Melilla, pasa a desempeñar tareas de enlace de 
					los servicios secretos españoles con la Central Intelligence 
					Agency (CIa), en Washington. 
					 
					Una experta en terrorismo y especializada en Ceuta y 
					Melilla, hasta ahora número dos del Centro Nacional de 
					Inteligencia, ha sido destinada como enlace a Washington. 
					 
					Se trata de Elena Sánchez Blanco, una persona poco conocida, 
					pero que hasta ahora era la segunda de a bordo del CNI, 
					después del teniente general Félix Sánz Roldán. 
					 
					Su principal labor allí será la de enlace de los servicios 
					españoles con la CIA. Fuentes de ‘La Casa’ explicaron las 
					cuáles son las claves de su nombramiento a El Confidencial 
					Digital, de donde proviene la noticia. 
					 
					El nombramiento de Beatriz Méndez de Vigo como secretaria 
					general del Centro Nacional de Inteligencia ha provocado el 
					cambio de destino de Sánchez Blanco a la capital 
					estadounidense. Uno de los más importantes destinos posibles 
					dentro del mundo de la Inteligencia. 
					 
					La decisión de darle el segundo puesto del Centro a Méndez 
					de Vigo corresponde al Gobierno, y supone el espaldarazo 
					definitivo a la continuidad de Sanz Roldán al frente del 
					servicio secreto. Sin embargo, el nuevo destino de Sánchez 
					Blanco ha sido definido por el propio jefe del CNI. 
					 
					Según cuentan fuentes del centro a ECD, Sánchez Blanco puede 
					ser considerada, “si no la que más, uno de los mayores 
					expertos en África del Norte y el Magreb de todo el centro”. 
					Nacida en El Aaiún, su vocación ‘africana’ le viene desde 
					muy temprana edad. 
					 
					Igual que su predecesora, realizó el máster ‘El Magreb 
					contemporáneo. Relaciones de España en el norte de África‘ 
					durante los años que trabajó como jefa de la unidad 
					antiterrorista del Centro –especializada en Ceuta y 
					Melilla-. 
					 
					Tal y como precisan las fuentes arriba citadas, ‘La Casa’ 
					decidió enviarla a Washington para que ejerza de enlace con 
					la CIA en un terreno especialmente sensible para España: la 
					amenaza terrorista –y los secuestros de ciudadanos 
					occidentales- en el Sahel y el Magreb.  
					 
					Un terreno en el que los servicios de inteligencia y el 
					Pentágono estadounidense se han volcado especialmente en los 
					últimos años, ampliando sus redes de información y agentes 
					de campo en la zona. 
					 
					De hecho, el Gobierno lleva meses tratando de mejorar su 
					posicionamiento en materia de inteligencia en esta área 
					geográfica: en la cumbre de la OTAN de Chicago, celebrada el 
					pasado mes de mayo, Estados Unidos se comprometió con España 
					a poner a su disposición su red de información y sus 
					satélites para la lucha contra el terrorismo y los 
					secuestros en el Sahel. Lo contó ECD. 
					 
					Después de cuatro años como número dos del Centro Nacional 
					de Inteligencia, Sánchez Blanco ha cosechado “muy buenos 
					contactos en Estados Unidos”, por lo que se espera que 
					mejore el clima de colaboración entre los servicios 
					españoles y la CIA. Algo que dan por hecho las fuentes del 
					CNI consultadas por el diario digital. 
					 
					Elena Sánchez Blanco (El Aaiun 31 de octubre de 1962) es una 
					alta funcionaria del Estado español, adscrita al Centro 
					Nacional de Inteligencia donde desempeña desde el 20 de 
					junio de 2008 el puesto de secretaria general con rango de 
					subsecretaria de Estado. 
					 
					Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad 
					Complutense de Madrid, Master en Traducción por la misma 
					universidad y en El Magreb Contemporáneo. Relaciones de 
					España en el Norte de África, por la Universidad Nacional de 
					Educación a Distancia. 
					 
					Ingresó en 1988 en el Centro Nacional de Inteligencia y 
					desde entonces ha desempeñado diferentes destinos en el 
					ámbito de la inteligencia. 
					 
					En agosto de este año cesó de secretaria general y pasó a 
					jefa de Delegación del CNI, en Washington. 
					 
					Según publicó en su momento el diario El País, sólo la 
					interesada sabe por qué se matriculó en el máster El Magreb 
					contemporáneo. Relaciones de España en el norte de África en 
					una fecha tan tardía como noviembre de 2004, cuando era ya 
					jefa del gabinete de la Unidad Antiterrorista del CNI y 
					reputada experta en Ceuta y Melilla. El director de este 
					curso, Víctor Morales, profesor de Historia Contemporánea de 
					la UNED y especialista en historia del norte de África, fue 
					el primer sorprendido. “Elena Sánchez me impresionó por los 
					conocimientos que tenía de la materia, y por su discreción. 
					Otra persona habría utilizado completo el apellido de su 
					abuelo, Blanco Izaga”. Emilio Blanco Izaga (1892-1949), 
					coronel interventor en el Protectorado español en Marruecos, 
					está considerado como “un autor de referencia” en 
					antropología, dice Morales, por sus conocimientos de las 
					tribus rifeñas de la época. 
					 
					El País expliaba tras su nombramiento como número dos del 
					CNI que “sus colaboradores declinan comentar sobre ella. Su 
					antiguo jefe en La Casa, Jorge Dezcallar, rechaza hablar de 
					asuntos que no se refieran a su actual puesto de embajador 
					en Washington. Sus amigos no tienen nombre ni apellidos. 
					Expertos en servicios secretos niegan conocerla. Nadie la ha 
					tratado en un renombrado think tank de estudios políticos 
					como el Real Instituto Elcano. No hay duda, una extensa zona 
					de sombra protege la identidad de Elena Sánchez Blanco, 
					número dos del servicio de espionaje español desde el pasado 
					20 de junio. Un cordón sanitario que preserva sus datos 
					privados de la curiosidad pública. Hija y nieta de 
					militares, con amplio conocimiento del norte de África. 
					Nacida y bautizada por un capellán castrense en El Aaiún. 
					Criada en el seno de una familia numerosa y tradicional, 
					cada detalle, cada dato sobre Elena Sánchez Blanco es fruto 
					de pequeñas indagaciones en un amplio círculo de personas, 
					muchas de ellas anónimas”, indicaba el rotativo. 
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