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					Dos jóvenes ceutíes aceptaron ayer sendas penas de cárcel, 
					que no cumplirán si no vuelven a delinquir en un plazo de 
					dos años, por delitos de lesiones y atentado contra agentes 
					de la autoridad. Uno fue condenado a seis meses y el otro un 
					año, aunque la pena queda en suspenso ya que carecen de 
					antecedentes penales, aunque tendrán que tener cuidado de no 
					volver a delinquir. 
					 
					Dos jóvenes ceutíes, Abdeselam M. A. y Muhamad A. aceptaron 
					ayer sendas penas de cárcel en grado menor, por delitos de 
					lesiones y resistencia a la autoridad. 
					 
					Fue la última de las vistas orales que se celebraron durante 
					la mañana en la sala de juicios de lo Penal, que estaba 
					presidida por el magistrado titular de lo Penal número 2. En 
					este sentido, Mohamed aceptó una pena de seis meses de 
					prisión, mientras que Abdeselam se conformó con un año de 
					cárcel por lesiones y resistencia. Ambos, deberán indemnizar 
					con 900 euros a Karim H.M., la persona que sufrió heridas. 
					 
					En todo caso, no ingresarán en prisión, aunque el magistrado 
					les instruyó claramente de que si en los próximos dos años 
					cometen cualquier tipo de actividad delictiva deberán ir a 
					la cárcel y cumplir la pena íntegra, lo que ambos 
					entendieron con toda claridad. 
					 
					También fue condenado a seis meses de prisión, en las mismas 
					circunstancias que los anteriores, Mohamed B.Y., por un 
					delito de receptación de objetos robados. 
					 
					Se produjo también una suspensión de un juicio, aplazado 
					hasta el día 18 de marzo, en el que se iba a juzgar a 
					Mohamed-Bilal A.M. por un delito contra la administración de 
					justicia. Según pudo saber este diario, esta persona amenazó 
					con un arma blanca de grandes dimensiones a Abselam A.M., un 
					suceso que se produjo en el paseo de la Marina. Se dio la 
					circunstancia de que pasaban por la zona dos policías 
					locales que observaron lo que estaba ocurriendo y que 
					incluso tuvieron que encañonar al agresor con su arma 
					reglamentaria, ya que trató de infligir una herida en el 
					cuello a la persona amenazada. Con posterioridad amenazó de 
					nuevo a la misma persona, con el objeto de que cambiase su 
					declaración en juicio, de manera que la supuesta pena se le 
					acumulará. El juicio fue suspendido porque, por motivos que 
					no trascendieron, los dos agentes de la Policía Local que 
					iban a prestar declaración como testigos no pudieron acudir 
					a la sala a la hora prevista. 
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