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                     No creo que sea una maldición el 
					que uno tenga su residencia en Baleares, Canarias, Ceuta o 
					Melilla, cosa que se acredita igual que si uno es residente 
					en Bollullos del Condado o en Talavera de la Reina, con su 
					Documento Nacional de Identidad o con su pasaporte. 
					 
					Sin embargo, el memo de un ministro que ha llegado a tal 
					cargo porque alguien tendría que ser, parece que no tiene 
					bastante con la documentación normal y ahora, a la hora de 
					ir a coger del barco para viajar a Algeciras o para venir de 
					Algeciras a Ceuta, y otro tanto les ocurrirá a canarios y 
					baleares o a los melillenses, para entrar o salir de sus 
					dominios, nos hacen sacar un nuevo documento, un certificado 
					de residentes que aunque no dinero, sí que cuesta un tiempo 
					muy bonito ir a sacarlo, por cuanto todos o la mayor parte 
					de los ceutíes han puesto “pies en polvorosa” y ahí están 
					las colas interminables. 
					 
					No hay quien pueda concebir estas cosas, salvo aquellos que 
					llegan a un cargo elegidos por el dedo bobalicón del 
					“baranda de turno” que al no tener otros mejores va 
					eligiendo a aquellos que, o en su día, pegaron más carteles 
					del partido o en otras actividades han sido más 
					incompetentes. 
					 
					Es lo primero que encontré al venir de vacaciones, que ya el 
					carné de identidad no me justifica todo para saber que vivo 
					y soy residente en Ceuta, con lo que el lunes ya tuve que 
					perder hora y media, de mi tiempo, para sacar el dichoso 
					papelito. 
					 
					A estas horas, yo al menos no lo sé, habrá que ver que 
					objeciones se han puesto a esta serie de trabas para los 
					ceutíes por parte del delegado del Gobierno o por parte del 
					presidente de la Ciudad. 
					 
					Sea como sea, las colas de los ceutíes ahí están y esas 
					mismas colas se volverán a dar de aquí a seis meses, cuando 
					haya que renovarlo, con lo que a primeros de marzo ya habrá 
					una excusa, un día, para faltar al trabajo, puesto que el 
					papelito en cuestión se saca en horas de trabajo. 
					 
					Lo he dicho en repetidas ocasiones y ahora, con esto, hay 
					que repetirlo:”No hay un país con más papeleo que éste, así 
					como tampoco hay un país con más incompetentes en puestos de 
					responsabilidad y mando”. 
					 
					Y tras esto surge otro problema ¿Valen para algo los 
					papelitos en cuestión?.Esperemos que sí, pero las navieras, 
					en las que está lo mejor de cada casa, parece que ponen 
					trabas, al otro lado del estrecho a ese certificado de 
					residentes. ¿Qué dice a esto el señor ministro de turno? 
					¿Qué solución pueden aportar desde Ceuta el delegado del 
					Gobierno o el presidente de la Ciudad. Dudo mucho que muevan 
					un dedo y como ellos al ir al barco ya les tienen todo 
					solucionado, problemas para ellos no habrá. 
					 
					Y en este sentido, la postura de las navieras puede tener 
					sus razones, al considerar que éste no es el que Fomento ha 
					previsto en su intención, en tanto que desde Ceuta se 
					sostiene que es el único válido para acreditar la 
					residencia. 
					 
					Al final, a este paso, o todos van a ser residentes, o 
					ninguno de los que llevamos decenas de años viviendo aquí, 
					pagando impuestos y cumpliendo con nuestras obligaciones, 
					vamos a poder justificar que es aquí y no en Benicarló donde 
					estamos residiendo. 
					 
					Cada día que pasa me quedan menos dudas de que esté quien 
					esté en el Gobierno de la Nación no va a dejar de crear 
					problemas para una población como la de Ceuta. Unos se 
					fueron, otros han llegado y todos consideran a los ceutíes 
					de tercera división, así como suena. 
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