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					El pasado mes de abril I.M.S. llegó desde Almería con su 
					novia embarazada a pasar una semana a Ceuta con la intención 
					de volver a la península con un alijo de hachís para 
					comercializarlo. Eso sí, según aseguró ayer ante la jueza 
					del Penal número uno, nadie sabía qué se disponía a hacer. 
					Por ello, según explicó el imputado, pidió el vehículo a dos 
					amigos con los que había estrechado una relación durante 
					esos días y a los que conocía con anterioridad. Se trataba 
					de M.M.M. y M.M.S., quienes también figuraban como imputados 
					de un delito contra la salud pública.  
					 
					La fiscal solicitaba para los tres imputados, tres años y 
					diez meses de prisión y pagar una multa de 195.000 euros. 
					Además, el decomiso del vehículo, un coche de la marca 
					Chevrolet, y los 45.5 kilos de hachís intervenidos. 
					 
					Durante la vista oral sólo declaró el conductor del vehículo 
					para desvincular a los otros dos acusados. Uno de ellos, 
					M.M.M, era el propietario del vehículo, mientras que el 
					tercer acusado, reincidente en un caso similar, había sido 
					imputado porque se disponía a embarcar en el mismo ferry que 
					I.M.S., aunque finalmente no lo hizo.  
					 
					Prisión y multa 
					 
					Ante la falta de pruebas para condenar a M.M.M. y M.M.S., la 
					jueza absolvió a estos dos imputados para condenar a I.M.S. 
					con una pena de tres años y ocho meses de prisión. Además, 
					también se le exigirá el pago de 70.218 euros, el valor que 
					se le ha adjudicado a la droga. De nada sirvió que la 
					abogada de la defensa solicitara el atenuante de 
					drogadicción para su defendido, que se declaró heroinómano. 
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