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OPINIÓN - LUNES, 17 DE SEPTIEMBRE DE 2012

 

OPINIÓN / SNIPER

¿La bandera marroquí en Perejil?
 


José Luis Navazo
yebala07@yahoo.es

 

Ya comentaba ayer domingo en esta columna las advertencias de Yahya Yahya, presidente del Comité de Coordinación para la Liberación de Ceuta, Melilla, Peñones e Islas (y supongo que lo que haga falta cuando proceda), senador y alcalde de Beni Ensar y Farhana (poblaciones que rodean Melilla), confiadas a este escribano del limes el pasado viernes en Alhucemas: “No vamos a parar, es el momento, seguiremos reivindicando la integridad territorial de Marruecos sin desmayo”. Pues dicho y hecho: porque hace un ratito, les escribo desde Tetuán, una exultante llamada del digamos “jefe de operaciones del Comité”, Said Chramti, me comenta con voz vibrante como si de un parte de guerra se tratara lo siguiente, que reproduzco textualmente: “A las 15.10 horas de hoy domingo dos jóvenes activistas del Comité, después de nadar cientos de metros evitando los puestos de vigilancia de las Fuerzas Auxiliares, han colocado una bandera de Marruecos en el islote de Perejil. Si el ejército marroquí es un cobarde (sic) la sociedad civil no, reivindicamos lo que es nuestro con todas nuestras fuerzas”. Quedo a la espera de las fotos de prueba, pero es lo que hay según el Comité. Punto pelota.

No me ha hecho gracia dejar a mi pequeña familia y volver a casa a escribir, pero así van las cosas. Parece que de un modo u otro y con la preceptiva luz verde, los activistas del Comité en sintonía sin duda con la propaganda oficial de la cúpula marroquí (y no hace falta recordar quién ocupa el vértice) parecen empecinados en un salto hacia adelante, un “fait complet”, es decir abrir de una forma u otra el melón de la soberanía compartida en los territorios españoles del norte de África: empezando por los Peñones de Alhucemas, Vélez de la Gomera y las Chafarinas; luego Melilla, antes que Ceuta. Y ya le tocará el turno (denlo por seguro) a las Islas Canarias.

Aunque finalmente el Ministerio del Interior ha desmentido la ocupación, vayan algunos interrogantes sobre la marcha: ¿qué diría Marruecos si algunos patriotas españoles colocan (colocamos) la bandera de España en Perejil?; ¿o si se organiza (organizamos), bien sea virtualmente, un Comité para la Liberación de la España Transfretana?. No me lo digan porque sé la respuesta. En cuanto a las acciones del senador Yahya Yahya, ¿con qué cobertura política, al más alto nivel, cuenta…? En puridad… ¿quién manda en Marruecos?. Con la fecha de la RAN teóricamente encima, ésta diplomacia paralela revela no solo el instinto político de apretar la cuerda en torno al cuello en un momento de extrema debilidad de España… sino también como excelente oportunidad para tapar la crisis larvada en ese Reino de Marruecos que empieza a cabalgar ya sin freno. ¿El gobierno del islamista parlamentario Benkirán…? Un cero a la izquierda (más bien a la derecha), no cuenta nada y como denunciaba el pasado día 12 Omar Harchane, dirigente de Justicia y Espiritualidad, ”El gobierno Benkirán es impotente, sin prerrogativas y sus ministros son simples funcionarios”. En nuestra larga y franca conversación, no era solo yo el que preguntaba: en un determinado momento, Yahya Yahya (con el que me unen el mutuo sentido del humor y el sabor de la cerveza, Flag naturalmente) me inquiere sobre cómo veía el futuro de Marruecos en cinco años: “pues mal” le repliqué: “Marruecos es un país que avanza paso a paso hacia el islamismo radical, el islamismo ya es sociológicamente la mayoría del país, los partidos digamos de talante ‘liberal’ tienen escasa implantación y, mucho me temo, que a este paso todo indica que Mohamed VI sea el último rey de Marruecos”. Señalando de paso que el enemigo de Mohamed VI no es España: su mayor enemigo lo tiene dentro del país. Ergo, la mejor defensa ante lo que le “chuia chuia” le viene encima a la Dinastía Alauí es el doble juego: en un sentido predicar la amistad con España y en otro, por la espalda claro, jugar fichas para galvanizar a la población con un enemigo exterior, política por lo demás y a los hechos me remito, el régimen del joven soberano alaui viene practicando desde su llegada al poder. Lo que a Yahya Yahya no le dije (se lo escribo ahora), es que a los españoles sn distinción regional o ideológica, nos sigue uniendo la Roja, el vino y las cervecitas, el jalufo y (por las circunstancias que fuere) el sentimiento antimarroquí. Quien siembra vientos cosecha tempestades. España está mal, muy mal sí, pero aun tiene muchas cosas que decir incluso en el Frente Sur. Y hay capacidad de sobra: económica, diplomática y militar. Por cierto, pese a las generosas pero imprudentes regularizaciones de Rodríguez Zapatero, en España hay todavía unos doscientos mil marroquíes sin papeles, en clamorosa situación ilegal. ¿Qué tal si de forma ordenada se acuerda con Marruecos su repatriación?. Y que Rabat se los coma como el pulpo, con patatines. Invito al presidente Rajoy a incluirlo en la agenda de la próxima RAN. Visto.
 

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