PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

economía - DOMINGO, 23 DE SEPTIEMBRE DE 2012


José Manuel Ruiz García, ‘Hugo’. f. RASO

INDUSTRIA panadera
 

Las panaderías de Ceuta, al borde de la extinción, a causa de los negocios clandestinos

La entrada de pan de Marruecos, sin garantías sanitarias, y las panaderías clandestinas en determinadas zonas, agotan a un sector fundamental en Ceuta
 

CEUTA
El Pueblo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Es un sector que desde hace al menos diez años está teniendo graves problemas para hacer frente a la crisis. Mucho antes de que ésta se hiciera visible. En todo caso, en la última década, de las dieciséis panaderías que había en Ceuta sólo quedan seis, y subsisten a duras penas, como consecuencia de la situación generalizada, del intrusismo, de las panaderías clandestinas, de la entrada de pan de Marruecos de forma indiscriminada, e incluso de la venta de ‘baguettes’ congeladas. Los panaderos, aquellas personas que comienzan a trabajar cuando otros duermen, están pasándolo realmente mal.

Al filo de la una de la madrugada comienza la jornada de trabajo para los cerca de cincuenta trabajadores que, en todo Ceuta, se sitúan en el sector de la panadería. Es una especie que parece a extinguir, aunque los empresarios y trabajadores se esfuerzan en continuar sea como sea, luchando contra los elementos.

A principios de semana se reunían los responsables de la Asociación de Panaderos de Ceuta con el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, para transmitirle al representante gubernamental la sensación de desasosigeo que está afectando al sector como consecuencia de variables que escapan a su control. En efecto, hay circunstancias que no pueden por menos que afectar a una industria ceutí que ha venido ganándose el respeto día tras día, año atras año, invirtiendo dinero, trabajo arduo y ofreciendo la garantía del producto bien hecho.

José Manuel Ruiz García ‘Hugo’, es el gerente de la Panificadora Septi y además el presidente de la Asociación de Panaderos de Ceuta, que ahora sólo engloba a seis industrias del pan, aunque hace una década fueran más de dieciséis. Desde su perspectiva, sentado en su despacho en el que no para de atender el teléfono y también a todas aquellas persona que quieren hablar directamente con él, el principal problema es el de la competencia desleal, tal y como le hicieron ver al delegado del Gobierno a principios de semana.

Básicamente hay dos frentes a los que les cuesta responder con el esfuerzo diario: por un lado, el pan que se trae desde Marruecos, la gente que llega a Ceuta desde el vecino país y que se trae su propio pan, elaborado al otro lado de la frontera. En este sentido, el hecho de que aproximadamente treinta mil personas pasen a diario por el puesto fronterizo del Tarajal, supone que si cada uno de ellos trae aunque sea una sola barra de pan, el volumen es claramente extraordinario: al menos, treinta mil barras de pan. “Es imposible que podamos competir con Marruecos, por precio, calidad y otros muchos temas. Ellos venden la pieza a 20 centimos y nosotros, por mucho que ajustemos los precios, tenemos que cobrar entre 60 y 70 centimos”.

Han venido presentado denuncias al respecto desde 1994. Afirma que el vaso se colmó desde principios de 1994, con el cierre de panificadoras como Santa Teresa, José María Marfil, Espiga de Oro, Nuestra Señora de África, con sesenta años de vida a sus espaldas... Sus perspectivas se ven mermadas también por la falta de salidas, en efecto, las grandes superficies no compran sus productos. Tampoco tienen perspectivas de producir para vender en Marruecos o para sacar a la venta sus panes en la península: “el coeficiente de ventas se pierde”, argumenta ‘Hugo’. “Siempre indicamos que hay que defender a las pequeñas industrias, entre otros motivos porque no podemos expansionarnos”, indica, sin falta de razón.

Echa de menos la falta de apoyo dae la Confederación de Empresarios de Ceuta, de la Cámara de Comercio e incluso de la propia Ciudad Autónoma. “Te pones a pensar en los puestos de trabajo destruidos y te echas las manos a la cabeza”, expresa gráficamente el gerente de Septi y presidente de la Asociación de Panaderos de Ceuta: “es terrible. Nadie se ha preocupado de nosotros, del tejido industrial de la Ciudad y siempre nos hemos sentido solos”, explica.

“¿Qué bagaje es el que podemos presentar en muy pocos años?”, señala en torno a la desaparición de nada menos que diez empresas dedicadas al sector panadero en unos diez años.

No obstante, el hecho de que el delegado del Gobierno los haya recibido y les haya expresado su apoyo de cara al futuro les resulta esperanzador. En este sentido, las gestiones que pudiera realizar Francisco Antonio González Pérez supone una inyección de moral, aunque las buenas intenciones habrán de venir acompañadas de hechos concretos, como parece ser que se producirán, según las perspectivas.
 


¿Dónde se hallan las industrias ceutíes y cuál es el futuro de un sector antaño floreciente?

José Manuel Ruiz García ‘Hugo’ proviene de una familia que siempre ha estado ligada al sector ijndustrial en ¨Ceuta y es por ello que habla con conocimiento de causa.

No en vano, su familia tenía numerosos negocios, como una fábrica de caramelos, la fábrica de hielo que se encontraba en la zona portuaria, la fábrica de cerveza -la fantástica ‘Africa Star’, la fábrica de ladrillos.... También se habían dedicado al sector del envasado, concretamente de vino, aceite, miel... Es cierto que Ceuta ha perdido una importante baza en el sector industrial que generaba no pocos puestos de trabajo. ¿Por qué se han perdido estas industrias?. Quizá por la falta de perspectiva, por la falta de apoyo por parte de las instituciones.

No sólo en los sectores anteriormente señalados. Hay que recordar que en la zona baja del Mercado de Abastos se asentaba una importante industria conservera, donde se comercializaban productos del mar, donde los pesqueros descargaban enormes atunes, por ejemplo, que eran comercializados y que daban enormes posibilidades para el trabajo.
 


NOTICIAS RELACIONADAS

José Ocaña: “Trabajan sin darse de alta, sin papeles, con gente de Marruecos”

El drama de un cierre que ha llevado a la depresión al dueño

Delegación del Gobierno advirtió de que “van a meter mano en el asunto”

 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto